Culpable

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El ir y venir de su esposo aún no lo acostumbraba a sus repentinos cambios New podía jurar que los pocos días que pasaron en su pequeño departamento por lo menos un par de veces había quedado sin palabras por sus repentinos actos, ahora frente al nuevo edificio  dudaba si debía ingresar o no, ciertamente no era fácil empezar una plática casual con el mayor y obtener de esa manera información que le pudiera ser útil pero tampoco quería pelear cada que estaban juntos por mucho que odiara al heredero Vihokratana, jugaba mucho en esa situación y su mente repetía la orden acercarse y obtener secretos  para concretar su venganza, pero siempre era desechada y tirada lejos una vez que el mayor realizaba alguno de esos actos que le robaban las palabras de la boca incluso reemplazando el frío odio por una sensación extrañamente cálida cada que los presenciaba.

Caminó a través de las inmensas puertas de cristal yendo en pos de su esposo que regalaba esa expresión sin vida a quien se le atravesara en el camino, New apenas llevaba algo más de una semana casado con él, por lo que apenas y había notado la amplia espalda que iba frente a él, seguida por las piernas envueltas en la tela negra del pantalón parecían delgadas pero fuertes a la vez y tomando en cuenta el día de su pelea sus brazos debían estar bien formados también, igualmente su rostro no estaba mal,los ojos almendrados, la nariz respingada  y sus labios en forma de corazón realmente creaban un bonito perfil y posiblemente si sonriera podría ser más atractivo, no como la sonrisa que ofrecía a los invitados de su boda que se asemejaba más a un gruñido que una sonrisa en sí, New salio de sus cavilaciones cuando choco con la cálida espalda frente a él.


Tay tomó una profunda respiración la noche anterior en la que el menor se acurrucaba contra su pecho se le antojaba demasiado cansina, molesto aún porque ese latido robaba espacio en su pecho cada que el rostro de su esposo aparecía frente a él y no era capaz de controlarlo como cualquier emoción que escondía en su interior hasta desaparecerla, es lo que sus años de infancia y adolescencia había aprendido, su abuelo siempre le repitió que los sentimientos son para personas débiles y que tomará como ejemplo a su madre a quien el amor la condujo hasta su tumba y el hecho de que su corazón se desbocará con tanta facilidad ante la presencia del menor encendía la alerta en él por lo que no dudo en encontrar un lugar en donde pueda marcar suficiente espacio para los dos.

Ambos ingresaron al departamento que tenía dos habitaciones separadas por una pequeña sala  y frente a la misma una cocina con suficiente espacio para una cocina, una refrigeradora y una mesa de comedor para dos personas, la mayoría de los lugares en tonalidades grises, blancas y negras le daban cierto aire elegante al lugar a pesar de apenas ser más grande de su antiguo hogar, Tay gruño por lo bajo no era precisamente de su agrado al estar acostumbrado a la fastuosidad de la mansión pero al tomar en cuenta que el menor prefería los espacios reducidos terminó eligiendo un departamento mucho más pequeño que el primero que fue de su elección.

New observó el lugar detenidamente, no era ostentoso como esperaría del mayor, sí, era algo elegante pero nada exagerado como la enorme mansión en la que incluso algunos empleados se pavoneaban por el simple hecho de habitarla, poso la mirada en su esposo como muy pocas veces lo hacia sin saber bien si romper el incómodo silencio del que eran presa o simplemente ir por sus cosas al camión de mudanzas.

— No es necesario que vayas — Tawan adivino sus pensamientos al verlo dispuesto a irse.

— Quiero hacerlo — New respondió con simplicidad.

— Como quieras — el mayor soltó las palabras escuetamente apenas y dirigiéndole una mirada al menor, a pesar que no era del tipo que amara quedarse solo por demasiado tiempo, o de brazos cruzados por lo que a los pocos minutos bajo en pos de su esposo que ayudaba a bajar varias cajas del camión y las acomodaba en el piso de manera que era más fácil tomarlas y llevarlas al ascensor del edificio, New estaba concentrado en su labor de dejar la última caja cuando el traspié del conductor del camión hizo que soltara el armario que sostenía junto a otro ayudante que se deslizó suavemente hasta empezar a caer lentamente donde el estudiante aun acomodaba la última caja,  New observó el armario cada vez más cerca  la impresión lo paralizo en su lugar impidiéndole moverse y evitar el accidente,  Tay que observaba la escena con algo de interés lo notó y sus piernas reaccionaron de inmediato atrapando la cintura del menor y apartándolo del camino del armario, maniobrando lo suficiente para que el menor cayera sobre su pecho cuando su peso venció su propia fuerza, Tawan sintió el concreto golpear fuertemente su espalda pero no le dio importancia, volvió su mirada para encontrarse con el rostro de su esposo separado apenas milímetros del suyo, Tawan trago saliva sintiendo la acompasada respiración de New, que no terminaba de salir de su trance, chocar directamente en su mejilla.

—Lo siento — tartamudeó New al salir al fin del shock y se incorporó extendiendo una mano al mayor para ayudarle a hacer lo mismo siendo ignorado por su esposo que apenas y pudo levantarse limpió el polvo de su ropa y vio a los responsables del accidente con irritación.

—Siquiera saben como sostener un mueble correctamente — los trabajadores temblaron al escuchar aquellas palabras llenas de saña, ofrecieron inmediatamente una disculpa, de sobra conocían al heredero que no era famoso precisamente por su paciencia o buen carácter.

—Fue un accidente — New intervino algo preocupado por el destino de los pobres trabajadores, tomó suavemente el brazo de su esposo esperando obtener su atención y poder salvar a los dos hombres que se encogían en su lugar por el miedo de verse sin trabajo.

— Accidente o no, no me importa, hablaré con su supervisor — Tawan sacudió la mano de su esposo que lo sostenía y camino junto al armario ahora destrozado que yacía en el suelo.

— No se preocupen, hablaré con él —New trato de consolarlos aun cuando ni él mismo sabía si seria capaz de convencer al mayor de dar una oportunidad a los trabajadores 

Entre acomodar los muebles y habitaciones de cada uno se les escapo el tiempo al par de recién casados que se mantenían ocupados en sus propios asuntos sin dirigir una sola palabra al contrario hasta que el gruñido del estómago del menor resonó por la habitación.

— Supongo que pasa ya el mediodía —el menor dijo pero como de costumbre fue ignorado por el mayor que en cambio salio del departamento y a los pocos minutos volvía con dos platos de comida y dos refrescos, sosteniendolos frente al menor.

— Gracias, el menor sonrió en su dirección y Tawan sintió de nuevo ese latido inconfundible ocupar su pecho al observar la sonrisa brillante que le era regalada, New tomó los dos recipientes viendo al mayor irse de nuevo del departamento.

— ¿ No comerá? — New preguntó y el mayor le contestó apenas con un movimiento negativo y salio dejandolo terminar su trabajo.

○●○●

¿ Entonces, cómo van las cosas con mi cuñado?  — la voz de su mejor amigo interrumpió la cadena de pensamientos en su cabeza que lo seguían desde que abandono el nuevo departamento, el heredero quería maldecir en voz alta por no ser capaz de dejar de pensar en la brillante sonrisa de hace minutos atrás aún así controlo su expresión.

—No es tu cuñado  — respondió fríamente mientras observaba por la ventana de la dirección el patio de la universidad.

— Claro que lo es, está casado contigo y eres casi mi hermano  — Off sonrió ampliamente aun cuando su amigo solo frunciera más el ceño al escucharlo.

— Solo tres meses  — contestó secamente.

— Sigue siendo tu esposo  — Off ocupo la silla de la dirección con expresión satisfecha, conocía a su mejor amigo y sabía que si lo fue a buscar la noche anterior tan alterado su esposo tenía algo que ver, a Off le divertía la extraña influencia que tenía el estudiante en su mejor amigo.  —Además, ayer rechazaste el penthouse por aquel departamento tan pequeño porque a mi cuñado no le gustan los espacios demasiado grandes  —  una sonrisa socarrona se dibujo en el rostro del director al recordarlo.
— Te lo diré una vez más no es una maldita heroína de telenovela como las que ves,  — Tawan enfrentó a su amigo, atrapando hostilmente su corbata entre sus manos casi convencido que a la próxima palabra lo ahorcaria ahí mismo  — Y tampoco soy el jodido héroe de la historia  — Tay pronuncio conciso, sabía que el menor por muy amable que podría ser con las demás personas no se enamoraría de alguien con tan mal carácter y sumaba también que New lo odiaba por el pasado de sus padres.

Off se sacudió sin importarle el estallido del heredero, al contrario faltaba poco para que estallata en franca carcajada.

—Permíteme ser romántico  — el director ajusto sus ropas correctamente  — sin embargo, pareces algo ofuscado.

— El culpable del accidente  — Tay arrojo un par de fotografías al escritorio del director  — lo he visto antes  — añadio y Off alzo una ceja en su dirección.








Des(esperanza)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora