Objetivo: Acercarse al esposo

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Tawan observo nuevamente su reflejo en el espejo de la habitación pasando revista por la oscura camisa negra de manga larga, el pantalón de tela negro y los zapatos casuales que hacían juego con su atuendo y suspiro pesadamente, nada de eso tenía que ver con el consejo de su mejor amigo de ser o por lo menos parecer accesible, sumando la venda que escondía sus cortes, a pesar de su apuesta apariencia el traje combinado con su hosca expresión y la venda que cubría sus heridas le daban una apariencia fría, demasiado altiva como para que el menor no se sienta intimidado por su presencia o se acentúen más sus rictus de molestia, como lo hacía en ese momento, inconforme por no encontrar una manera que su vestimenta jugara a su favor haciendolo parecer un joven empresario y no un joven líder de la mafia, busco con dificultad entre las prendas perfectamente ordenadas en el armario y sus ojos se posaron en una prenda que había estado ahí desde hace un par de meses, el último regalo de su abuela, una camisa blanca con franjas negras, que se le fue entregada el día de su cumpleaños, la observó por contados minutos,  pensandolo dos veces antes de colocarsela y combinarla con un pantalón blanco, conservando el reloj en su muñeca

Me veo rídiculo

Bufó examinando nuevamente su reflejo en el espejo y saliendo de su habitación, el departamento se veía desolado y silencioso a tempranas horas de la mañana, aunque trabajaba desde las 9 de la mañana tenía que apegarse al plan de su mejor amigo para como dijo lograr un acercamiento antes de cualquier cosa, aunque él mismo consideraba que decirle la verdad sobre el pasado ya contaba como uno al director de la universidad le parecía insuficiente para lograr ser un pretendiente del menor y el siguiente paso para lograrlo citandolo textualmente era "prepararle el desayuno o en su caso comprarlo si no quería quedar viudo antes del primer mes de casados"  Tawan se dio por vencido al pensar siquiera en encender una hornilla, toda su vida tuvo siempre quien lo atendiera por lo que sus habilidades culinarias eran totalmente nulas, tomó el teléfono ordenando tallarines de arroz frito y Khao Soi*  junto con leche de soya colocandolos en platos lo suficiente rápido antes de que el menor se hiciera presente.

New salio de su habitación como de costumbre aun con un ojo abierto y otro cerrado peinando con sus dedos el nido de pájaros que era su cabello, tuvo que frotar sus ojos dos veces para dar crédito a lo que sus ojos veían, su esposo parecía estar demasiado concentrado acomodando la mesa de tal forma que ni siquiera se dio cuenta de su presencia.

— Necesita ayuda

New pregunto y el mayor dio un respingo al escucharlo casi derramando la leche de soya sobre su propio traje.

— No es necesario

Tawan se compuso como pudo notando el estado del menor con su cabello totalmente despeinado y los ojos aun adormilados resultaba realmente adorable, Tawan acomodó los cubiertos esperando que la comida sea del agrado del menor, según los informes de  Krist nunca había visto comer comida picante a su esposo así que dejo en su lado los tallarines de arroz frito y para sí mismo tomo el Khao Soi.

— ¿ Se va a comer todo eso?

New vio los platos casi salivando, el hambre no le hacia justicia a esa hora y miro a su esposo con ojos suplicantes.

— ¿C-comerías conmigo? — Tawan se maldijo por trabarse con sus palabras de repente.

Un destello más de glotonería que de emoción se instalo en los ojos del menor que asintió con entusiasmo, ocupando rápidamente un lugar en la mesa, tomo un bocado de los tallarines saboreandolo, Tawan lo observó aun de pie y una pequeña sonrisa se deslizo por sus labios, al fin también ocupo su lugar frente al menor, pensando en las palabras que se suponía debía decir "¿quieres empezar de cero?"  llenaba su mente mientras observaba a su esposo comer como si la comida fuese el triple de deliciosa y Tawan descubrió lo que era de disfrutar de un desayuno en compañía sin peleas o reproches de por medio.

Des(esperanza)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora