Capítulo 4

48 3 3
                                        

Mis ojos poco a poco se fueron despertando por la luz que traspasaba por la ventana de mí habitación, eso hizo despertarme. Me removí entre las sábanas para coger el móvil que estaba en la mesita de la cama. Miré la hora y ví que no era muy tarde, aún tendría tiempo de dormir un poco más. Estoy bastante agotada después del vuelo y ayer caminando todo el día. Un poco de descanso no me irá para nada mal. Justo cuando iba a dejar el móvil veo que se ilumina la pantalla indicando que me ha llegado un mensaje. Miro quién me ha podido enviar el mensaje y veo que es Ashton.

"Hola Ashley soy Ashton:) Espero no molestarte ni despertarte. Sólo quería decirte que esta tarde si te apetecería salir por el centro de Londres así ves cómo es. Espero tu respuesta. Buenos días Ashley!"

Decidí contestarle ahora porque si lo dejaba para después me olvidaría, así que le contesté.

"Buenos días Ashton, no te preocupes no me has despertado ni molestado. Me parece buena idea de salir esta tarde, gracias por pensar en mi!"

Dicho eso me respondió enseguida.

"Perfecto. Te paso a buscar a las 4, estate preparada! Hasta luego Ashley X."

"Hasta luego Ashton :)"

Acabada la conversación decidí recostarme ya que sería imposible levantarme en estos precisos momentos.

Cuando por fin sentí con ganas de levantarme, miré la hora, había dormido dos horas más. Era poco para lo que suelo dormir cuándo estoy cansada, pero tampoco quiero tirar todos los días por vaguez o cansancio. Me levanté, me hice mi coleta, me puse un jersey de estar por casa y bajé para prepararme el desayuno. Tenía tanta hambre que los rugidos que hacían parecían de un león. Preparé un baso de café con una tostada de mermelada de fresa, y me comí una fruta para tener energía. Recogí todo poniéndo la cocina en orden, cuándo de pronto escucho ruidos arriba. Me asusté, no hay nadie más que yo en esta casa, era imposible que alguien hubiera entrado. Subí silenciosamente hasta llegar a mi habitación dónde se originaba el sonido y descubrí que era la ventana. Dios mío que susto me había dado, fuí a cerrarla ya que hacía bastante ruido por el viento. Hice la cama, ordené mi cuarto y me cambié para ir a dar una vuelta. Cogí el bolso, mi abrigo y por si a caso un pañuelo.

Noté el viento en mi cara cuándo salí a la calle. Hacía un buen día pero con aire. No sabía a dónde iba la verdad, así qué pensé en ir en busca de un supermercado para comprar un par de refrescos. Caminaba y caminaba y sólo veía tiendas, cuándo giré la esquina ví por fin un supermercado no muy lejos de dónde vivo. Entré en busca de los refrescos, los encontré hice cola y los pagé. Al salir del supermercado divisé una moto, espera, esa moto me sonaba, no podía ser la de aquel chico. Miré por los lados y no lo encontré por ninguna parte, me alivió bastante, no sabía si era su moto o no pero no quería encontrarmelo. Justo cuándo diposité mis latas de refresco en mí bolso me topé con un chico. Dios Ashley que te pasa sólo haces que estamparte con la gente.

-Lo siento, estaba distraida..-murmuré colocándome el bolso. Escuché una risa de un chico y esa no era nada más ni nada menos que la del chico rubio. Mierda. ¿Qué pasa que me lo tengo que encontrar cada día?

-Encima de girarme la cara y maleducada también eres torpe?- le miré con mala cara, él sólo sonreía.

-¿Tienes que estar por todas partes o qué?- resoplé rodando los ojos.

-Quizás sea el destino que ha querido que nos encontraramos- me miró pícaro.

-Ya, seguro que será eso- le dije marchándome por su lado. Justo cuando ya le había dado la espalda me cogió de la mano-¿Qué haces? Suéltame- le miré extrañada.

DangerousDonde viven las historias. Descúbrelo ahora