Dangerous

Capítulo 3

Escuché mi móvil vibrar y sonar, eran las tres y media de la mañana. Me desperté en seguida de un salto, hoy me iba a Londres. Me levanté bastante cansada por la noche de ayer, fue muy divertida ya que estaba la gente que verdaderamente aprecio. Me fuí directa a darme una ducha de agua caliente ya que hacía un poco de frío a esa hora. Me adentré en el agua caliente, dejándola caer por mi cuerpo, sintiendo una relajación al instante. Salí de la ducha, me vestí y fuí a prepararme para irme. Cogí el bolso y las maletas, pero no antes sin haberme peinado un poco y maquillado, ya que iba a tener mala cara si no lo hacía. Al acabar, me preparé mi bolso y sentí abrirse la puerta de mi habitación. Entró con una cajita negra aterciopelada. La abrí y me quedé mirando la preciosa pulsera que me regaló mi padre, este hombre era el mejor del planeta.

-No hacía falta esto papa..es demasiado..-dije sin dejar de mirar la preciosa pulsera.

-Claro que hacía falta, es un detalle para mi hija, acaso no puedo regalartelo?- me dijo mirandome a los ojos con los brazos cruzados pero de forma graciosa.

Le sonreí con una sonrisa de oreja a oreja. Era una pulsera de plata con esmeraldas y diamantes. Era preciosa, no había otra descripción para ella y encima llevaba mi nombre grabado en letra cursiva. Era demasiado, se notaba que me echarían de menos. Sabía que lo hacía para que me acordara de ellos al verla.

-Sí, pero es demasiado..no sé..no me lo esperaba papa. Me alegra que confíes tanto en mí cómo para regalarme esta pulsera- me sorprendía lo mucho que confiaban en mi, eso me alegraba bastante porque sabría que no estarían tan preocupados. Al decirle eso me abrazó y yo se lo devolví. Me ayudó a ponermela, después de eso me dijo que también mamá había participado en ella. Dicho eso cogió las maletas y me encontré con mi madre vestida en la puerta del recibidor con una sonrisa. Me ayudaron con las maletas a subirlas al coche, hecho eso nos fuímos dirección el aeropuerto. Al llegar al aeropuerto sobre las cuatro y cuarto, me acompañaron hacia el mostrador para que me informará si había algún cambio ya que ví que estaba cerrada la terminal con la que tenía que pasar para entrar al avión. La señora muy amable me dijo que los de esa terminal tenían que pasar a la sexta, justamente mí número preferido. Nos fuímos al bar del aeropuerto y nos tomamos cada uno un café descafeinado para entrar en calor. Aunque fuera uno de septiembre hacía rasquita a esa hora. Cuando nos dímos cuenta ya eran las seis y media. Madre mía que rápido había pasado el tiempo. Después de mirar la hora les dije que era mejor que ya me fuera para ir yendo. Me despedí de ellos, me dió mucha pena, se veían felices porque sabían que era mi sueño pero tristes porque su niña se iba lejos de ellos, pero así es el ciclo de la vida. Les dí un fuerte abrazo de despedida y fuí a hacer cola para embar la maleta. Al llegar allí le dí todos los papeles para que los llevará por la cinta hasta su debido sitio. Le dí el pasaporte, los papeles, el billete y me dijo que esperara en la sala que había a 50 metros a la derecha. Llegué y diposite mi bolso en mi regazo. Abrí el bolso para coger el teléfono. Ví cinco llamadas perdidas de mis amigas. Dos de Anne, una de Lyn y otras dos de Carly. Primero llamé a Lyn para saber que quería, aunque ya me lo suponía. Deslizé mi dedo sobre la pantalla para marcar y me lo puse en la oreja. Escuché un tono, otro tono y al siguiente me lo cogió.

-Ashley! ¿Qué tal? ¿Has llegado ya? ¿Estás dentro del aeropuerto?- tantas preguntas no cabían en mi cabeza a esas horas. Me reí por sus preguntas tan rápidas y seguidas. Muy raro en ella.

-Hola Lyn! Estoy bien gracias, tu?- le dije con calma.

-Te falta responder otras dos preguntas!- me dijo con un tono indignada.

-Claro que he llegado ya y también estoy dentro del aeropuerto tranquila, solamente me falta esperar a que llegue el avión y subirme- escuché un suspiro al acabar de decir la palabra subirme.