Narra Mark:
Cuándo aparqué mí moto en frente de casa, apoyé mis manos en los mangos de la moto, saqué el casco para poder guardarlo en el maletero de la moto. Saqué mí móvil de mi bolsillo, el reloj marcaban las 23:45. Decidí apagar la moto y entrar en casa. Tiré las llaves cayendo en la mesa del salón. Subí hasta mí habitación para relajarme con una ducha relajante de agua cálida. Me deshice de toda la ropa que llevaba encima y la tiré al suelo sin importarme mucho, estaba agotado del día de hoy. No quería salir de allí, se estaba tan a gusto pero tuve que salir si no quería arrugar mi piel. Cogí mí toalla y la envolví en mí cintura. Busqué mí ropa y me la puse. Después de vestirme miré la hora, las 00:15, ¿tanto había tardado en ducharme? Bajé para prepararme algo ya qué me había entrado el gusanillo nocturno. Miré por los armarios pero no ví nada apetecible, decidí ir a la nevera. Cogí una pizza y la calenté en el horno. Mientras se calentaba me senté esperando en la silla de la cocina.
Mí cabeza recordó todo el día. Saqué una leve sonrísa al recordarlo. Ashley hacía que mí día se alegrara aún qué fuera poco pero lo hacía con solamente sonreírme. Está rompiendo mís barreras, no sé si quiero que siga haciéndolo o simplemente construir más. El día de hoy pasó verdaderamente demasiado rápido. Al verla en el local de mí abuela con su chaqueta y bufanda me hizo reír. Por lo que veía era bastante friolera. Espero que le haya gustado la perdición, estoy seguro de que sí. Pasaron las horas y ninguno de los dos decía de ir a sus casas, supongo que eso es buena señal. La invité a comer ya qué faltaba poco para la hora de comer y así no tendría que volver a buscarla. Fuímos al centro comercial y le enseñé las tiendas de cada planta. Se volvió loca mirando la ropa, deduzco que le gusta bastante. Al dejarla en su casa y verla de la manera en qué me miraba supe que debía ser mía y de nadie más. Justo en el momento que íbamos a unir nuestros labios llega el amigo de ella. Vaya creído era ése payaso. Deduzco que me llevaré bastante mal con él. Se esfumaron mís pensamientos al escuchar el pitido del horno informando de que ya estaba listo.
Me llevé la pizza al sofá mientras veía capítulos repetidos de Anatomía de Grey, normal siendo la hora que era.
Subí a mí cuarto a dormir. Me deshice de los pantalones para quedarme en bóxers. Me adentré sin fuerzas para ponerme cómodo. Sentí mí cuerpo reljárse al instante cuándo noté el colchón bajo mí piel y el edredón calentarme cada parte fría de mí cuerpo. Cerré los ojos para relajarme aún más e inmediatamente quedé dormido en un sueño profundo.
Desperté por el sonido del maldito teléfono. Lo cogí para saber quién llamaba a estas horas de la mañana, solamente eran las 8:15. Leí el nombre y en regañadientes deslicé el dedo para contestar al pesado de Ashton.
-Tío ya estás levantándote de la cama inmediatamente!- dijo chillando.
-¿Para qué?- dije con voz ronca.
-Verás..es que..-dijo bajándo la voz.
-¿Tío qué pasa?- dije levantándome para sentarme en la cama.
-Es..Louis..-suspiró para continuar- se ha metido en un lío..
-¿Qué tipo de lío?-pregunté saliendo de la cama.
-Mark..-dijo Louis en voz baja.¿Qué coño pasaba?
-¿Tío que cojones pasa?- dije alarmado.
-Mark..¿estás de pie?-dijo aún en tono bajo.
-Claro.- dije desesperado.
-Perfecto. Pues menea tu puto culo hasta casa de Ashton qué tenemos que jugar al FIFA.- dijo cómo si nada.
-¿QUÉ?- dije chillando al móvil-¿Para eso me has hecho levantarme?¿Para jugar al puto FIFA?- dije cada vez en un tono más alto.
-Es que nos falta un jugador y si no vienes entonces si que me meteré en un lío.- dijo con tono apenado.

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Dangerous
RomanceCuando el sentimiento de tu corazón es más fuerte, puede derrivarlo todo al punto de ser peligroso. Todo lo que nunca pensaba que le pasaría a Ashley, le pasará al mudarse a Londres.