Me desperté por el sonido exterior que se filtraba por mi ventana abierta. Maldito tráfico por una vez que puedo descansar algo tiene que interrumpir mi sueño. Quise volver a dormir pero no pude hacerlo. Me levanté a regañadientes. Fui directa al lavabo para lavarme mi cara y poner mi pelo en condiciones, es decir, un moño con mejor aspecto. Al acabar bajé a la cocina para ver que tenía para desayunar, la verdad que nada de lo que había me apetecía. Eran ésos días que sólo te apatecia tu capricho mañanero de dulce. Un gofre. Eso era lo qué realmente quería desayunar. Disgustada me fui arriba para ambientar la habitación. La ordené cómo tenía que estar. Hice la cama y cerré la ventana. Fui a mirar mi móvil que se ubicaba en mi mesita, lo cogí y vi que tenía una llamada de mi madre. La llamé.
-Hola mama
-Hola hija-me dijo un poco ajetreada- te llamado para decirte qué te ha llegado un paquete. ¿Te lo envío cariño?
-Vale mama. ¿Es muy grande?-dije curiosa.
-No ,es cómo una caja de zapatos normal.
-Ah..bueno pues envíamela. Todo bien por allí por eso no?
-Si hija. Ashley cuándo salga de trabajar te llamó que me tengo que preparar.
-Vale. Hasta luego, te quiero.
-Y yo a ti. Cuídate-y seguidamente me colgó.
Acabada la conversación escuché el timbre de mi puerta. Me extraña qué alguien llame a estas horas tan temprano. Bajé con un poco de rapidez. Me acerqué a la puerta, antes de levantar el rabillo de la puerta para saber quién era. La persona que se encontraba a fuera habló.
-Se que estás ahí Ashley, te escuchado cuándo bajabas rápido- ¿Que hacía en mi puerta Mark?-Ábreme o derribo la puerta.
-Siempre tan de buen humor tu no?-le dije cuándo ya abri la puerta para encontrarme con esos ojos celestes. La verdad debía ser dicha. Era un chico demasiado atractrivo, pero lo qué tenía de guapo lo tenía de chulo. Me miró riéndose al verme. En ése momento me di cuenta que llevaba el peor aspecto de la tierra.
-Estás preciosa-dijo riéndose. Le cerraría la puerta en las narices si seguía así- bueno..me dejas pasar o te espero aquí?
-¿Esperarme?
Agachó la cabeza riéndose de medio lado llevándose su mano derecha despeinando su pelo para luego mirarme a los ojos.
-No lo decía en broma que nos veríamos hoy y por lo que veo tu pensaste que si. Vístete y vamos a desayunar que tengo hambre- hizo una cara de pena junto con un movimiento de sus manos en su barriga en significado de hambre.
-Pero..-me quedé paralizada. Lo decía de verdad.
-¿Oye me dejas pasar antes de nada?-asentí dejándole pasar. Fue hacia el sofá para sentarse mientras miraba un poco la decoración- bueno, te espero aquí. No habrás desayunado no?
-No...pero yo me tengo que duchar..
-Te dicho que te espero- dicho eso accedi. No iba a discutir porque era imposible.
Subí rápidamente para darme una ducha caliente y sentirme cómo nueva. Miré en el armario y decidí ponerme unos jeans con una camiseta rosa y mis bambas preferidas. Me maquillé un poco. Prepare mi bolso y bajé abajo. Estaba en la misma posición que antes. Cuándo bajé me miró con una sonrisa. Cogí el abrigo y un pañuelo. Me dirigí hacia la mesita para coger las llaves, me giré y estaba detrás mío. Qué silencioso era. Di un pequeño salto del susto.
-Vamos, tengo hambre y he reservado hora para las 9:30 y son las 9:20.- dijo abriéndome la puerta.
-¿A dónde vamos?-dije cerrando la puerta con llave.

ESTÁS LEYENDO
Dangerous
RomanceCuando el sentimiento de tu corazón es más fuerte, puede derrivarlo todo al punto de ser peligroso. Todo lo que nunca pensaba que le pasaría a Ashley, le pasará al mudarse a Londres.