Estaba de pie impactada por quién estaba en frente de mi. ¿Cómo sabía dónde me ubicaba? Hacía mucho tiempo que no lo veía..¿Habría hablado con mi madre? Fuera lo qué fuera parpadeé varias veces para saber si lo que veían mís ojos era real o mentira. Mientras procesaba toda esa información en mí cabeza, él al abrir la puerta abrió los brazos diciendo mi nombre contento y abrazándome. Yo simplemente procesaba lo que ocurría. Alcé mis brazos para abrazarlo de vuelta, le echaba de menos, echaba de menos a mi Mikel, desde el verano pasado que no lo veía.
-¿Q..qu..qué..haces aquí?- finalmente pude decir, no podía hablar de lo impresionada que estaba.
-He venido a ver a mi vecina!-dijo emocionado, se me abrió la boca considerablemente hasta el punto que me dolió.
-¡¿QUÉ?!- dije elevando la voz hasta el punto de poder petar los oídos.
-Soy tu vecino.- dijo obvio, cómo si fuera lo más normal del mundo- vivo en frente de tú puerta. Me alegro tanto de poder verte cuándo me apetezca, es bueno recuperar el tiempo con tu vieja amiga. - dijo sonriéndome.
La verdad que me alegraba muchísimo poder tener alguien muy cercano a mi. Es irónico cómo un intercambio puede llegar a traerte un mejor amigo. Conectemos enseguida, es mi otro yo en chico y ahora vivíamos en frente de uno. Mi madre adoraba a Mikel, todos lo adorábamos. Era un muy buen amigo, me animaba cada vez que me sentía incómoda en algún lugar que no encajaba o cómo dice él "ellos son los que no encajan en nuestro mundo de locuras" nunca voy a olvidar esa frase, simple pero cierta. Había cambiado bastante poco, sólo había crecido un poco más. Su pelo castaño seguía igual, sus ojos verdes seguían igual de puros, su sonrísa igual de bonita, igual de fuerte, supongo que aún no ha dejado el gimnasio, le encanta hacer deporte, me obligaba a hacerlo y espero que ahora que estamos cerca no lo vuelva a hacer.
-Me alegro tanto de poder volver a verte. Dios aquí no conozco nada, no sé dónde hay un supermercado grande ni un centro comercial y mucho menos unos cines. Pero..¿porqué no me has llamado en todo este tiempo?..- le dije bajando la voz y agachando la cabeza.
-Te he llamado muchas veces, pero no me lo cogías nunca. Llamé a tu casa, a tu familia pero nadie me respondía. Luego perdí el teléfono y no los pude recuperar. Hablé con mi madre y ella tampoco los tenía. Acabo de volver de España por estudios y ví a tu madre, le pregunté por ti y me dijo que estabas aquí, entonces al llegar ayer te ví que venías de comprar, iba a saludarte pero era bastante tarde y tenías cara de cansada y preferí verte ahora que tienes más tiempo, o eso espero- acabó sonriéndome.
Era verdad no me acordaba cambiemos todos los números al cambiarnos de compañía. No lo culpaba, tampoco teníamos redes sociales para entablar conversaciones.
-Claro que tengo tiempo, dios mío me alegro tanto de verte- le dije abrazándolo fuertemente, me lo devolvió- pasa por favor- entró y se sentó- ¿Quieres algo de tomar Mikel?- asintió. Cogí un refresco, por suerte tenía su preferido. Se lo dí y me sonrió al ver el refresco- Es increíble que nos encontremos aquí, ¿Qué haces en Londres? ¿Cuándo te has mudado?- le dije sentándome a su lado.
-Bueno este año ha sido bastante movido - dijo mirándo su refresco para luego mirarme a los ojos- Rompí con Megan, me fué infiel con su ex pareja. No he vuelto a hablar con ella desde ese día..y preferí hacer un cambio de aires mudándome aquí, necesitaba estar solo..-dijo agachándo la cabeza.
-Te habrá dado alguna explicación, verdad?- dije mirándolo con cariño.
-No hacía falta. Leí mensajes que demostraban todo y en la fiesta de Josh pues lo ví con mis propios ojos. La verdad que ya no me duele hablar de ello. No voy a ponerme triste por alguien que no me ha valorado- dijo sacándo una risa.
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Dangerous
RomanceCuando el sentimiento de tu corazón es más fuerte, puede derrivarlo todo al punto de ser peligroso. Todo lo que nunca pensaba que le pasaría a Ashley, le pasará al mudarse a Londres.