🍃Han Jisung era un chico de 15 años tratando de sobrevivir a los vestigios de una guerra; Recolectaba, vendía y compraba en su pequeña y devastada ciudad, pero un sucio llegó para tambalear su corta vida.
Cuatro años después habiendo logrado huir d...
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La habitación es grande y acogedora, una cama gigantesca en medio y un pequeño refrigerador seguido de un par de muebles y puertas que llevaban al baño y a un closet. Ese lugar podría ser facilmente más grande que su antigua casa, pero no es algo en lo que Jisung se detenga a pensar mucho cuando tiene a Wonpil abrazado a él y a Minho a sus espaldas. Escucha la puerta cerrarse y un par de suaves pitidos siguen. Claro, la habitación es una celda decorada.
— Te quedarás aquí por un tiempo. — Habla Minho mientras se adentra a la habitación y abre las ventanas, que para la sorpresa de Jisung no son más que pantallas que simulan el exterior. — No intentes huir, solo hay una puerta, las ventanas en realidad son...
— Lo sé. — Interrumpe bajando a Wonpil y dejándolo sobre la cama. — No soy tan ingenuo como para creer que me dejarían escapar tan fácil.
Wonpil no espera ni un segundo para saltar sobre la cama y Jisung se arrepiente un poco de no enseñarle a estar quieto, incluso en una situación como esa el niño puede mostrarse despreocupado ignorante de la situación. Jisung lo malcrió demasiado y ahora debe protegerlo como nunca antes.
Escucha la suave risa de Minho y gira de inmediato para encontrarse con su preciosa sonrisa. Y ahí olvida todo.
Nunca había visto a Minho sonreír con ternura, las sonrisas se limitaban a ser burlonas o coquetas para jugar con la mente de Jisung, pero esta vez no parece haber segundas intenciones, Minho realmente sonríe con honestidad a causa de Wonpil. A causa de su niño. Detesta a Minho. Extiende sus brazos y carga a Wonpil para dejarlo nuevamente sentado.
— Al parecer es un niño. — Habla Minho de repente y la piel se le eriza a Jisung.
— Que observador.
— Más de lo que crees, él realmente parece un niño y no un adulto enano. — Minho se acerca con una pequeña sonrisa y abre el minirefigerador sacando de él una lata que le ofrece al niño. Wonpil la toma con los ojos brillantes y Minho se la arrebata de las manos. — No es veneno. — Aclara Minho. — ¿Qué gano yo con matar al niño?
— No lo sé, y no me importa.
— Pero tengo sed — Wonpil hace un pequeño puchero cruzándose de brazos. — Jisung, por favor.
— No.
— ¿sabés que es más probable que termines matando al niño de sed a que sea envenenado por esto? — Minho suspira segundos después para abrir la lata y darle un largo sorbo.
— ¿ves? No hay nada que temer. Toma niño.
Por un segundo Jisung tiene que sacudir la cabeza para comprender que Minho no le habla a él, le habla a Wonpil. Permite que su hijo se levante sobre la cama y extienda sus manos hacia Minho, es un sentimiento extraño verlo de tal manera, sin embargo deja que pase mientras contiene la respiración. Antes de que el niño pueda tomar un trago Jisung toma la dichosa lata y bebe de ella.
