🍃Han Jisung era un chico de 15 años tratando de sobrevivir a los vestigios de una guerra; Recolectaba, vendía y compraba en su pequeña y devastada ciudad, pero un sucio llegó para tambalear su corta vida.
Cuatro años después habiendo logrado huir d...
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La ropa de Minho le queda bien, algo holgada aunque no mucho realmente, es ropa que él usaría en cualquiera de los casos para evitar el frio, en cambio Wonpil no tiene nada más que vestir que la camisa de Minho que arrastra por el suelo, al menos Jisung se siente un poco aliviado de que el niño no pueda correr con esa cosa puesta. Es lindo verlo intentando solucionar el problema cuando ambos saben que no lo hará.
- ¡No me gusta! - Grita Wonpil rodando por el suelo mientras que Jisung lo ve desde la tranquilidad del sillón. - ¡Quitenmela! ¡Me come! ¡Me come!
- Con lo sucio que terminarás si sigues revolcándote en el suelo, lo dudo. - Le responde sin intentar levantar al niño. Wonpil lo ignora y sigue dando vueltas enredándose más en la camisa. Nunca había notado que su niño realmente es pequeño.
Suspira golpeando su espalda contra el respaldo del sillón. La casa de Minho es hermosa y aunque tiene solo un piso es grande, hay ventanas gigantescas que van del techo al suelo y que dejan ver la enorme y hermosa ciudad que hay afuera, Jisung no sabe en que piso están, pero intuye que es demasiado alto como para contar. Y el vértigo que siente al asomarse lo hace extrañar la tierra.
¿Qué más decir? Paredes blancas y pulcras junto con muebles que vio alguna vez en un catálogo cerca de la ciudad nueve, es algo que él nunca imaginó estando en su pequeña y miserable casa junto con su familia. ¿su madre habría visto todo esto? Quizás ella hubiera estado maravillada y le encantaría, la haría feliz tener un lugar hermoso donde poder hacer su vida. Quizá ella hubiera deseado una vida como los sucios.
Su madre estaría feliz de saber que su hija vive en un lugar tan lindo. Un lugar que Jisung nunca le había podido dar.
- Oye, una camisa se come a tu niño. - Escucha a Minho y voltea hacía Wonpil encontrándolo consumido por la tela blanca. Suspira y se levanta para tomar al niño.
- Ya está. - Deja libre a Wonpil cuando lo libera, el niño corre tan pronto toca el suelo.
- Es lindo. - Dice Minho y eso le provoca una pequeña sonrisa.
Minho es amable con ellos, no le niega nada a Wonpil ni se enoja cuando el niño hace algo mal, en cambio es paciente y prefiere dejárselo por completo a Jisung. Tampoco ignora a Wonpil, si el niño le habla Minho responde y siempre parece estar al tanto de él, cuidándolo de que realmente no se haga daño. ¿debería estar agradecido? No sabe que pensar cuando lo ve, Minho no es alguien en quien deberia confiar. Pero lo hace.
- Aunque es de esperarse, es hijo mío. - Ah, no, detesta a Minho.
- El no se parece a ti - Aunque a decir verdad no le molestaría que Wonpil se pareciera a Minho. - se parece a mi hermana.
Minho se encoge en hombros y él sonrie. Le incomoda sonreir tanto, y es tonto, no debería sentirse incómodo por sonreir. ¿Quién se siente incómodo por hacerlo? Ello hace, suele sonreírle a Wonpil todo el tiempo y lo hace con JeongIn, Jisung no es una persona incapaz de reir, es alguien normal, pero el simple hecho de estar haciéndolo casi todo el tiempo frente a Minho lo hace sentir extraño. Estar con Minho es extraño.
