Capítulo 26

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"Berk"


<Hace mucho tiempo...cuando las personas aún no tenían un lugar propio y se trasladaban de un lado a otro, existían brujas y hechiceras,  se tenía un breve conocimiento sobre los dioses y muchas personas aseguraban proclamar su palabra. Entre la tribu gamberro, se encontraba una mujer desaliñada y anciana, era una de las brujas de la tribu y tenía una hija, pero nadie la tomaba enserio, porque creían que ella jamás pudo haber contraído nupcias con alguien.

Era demasiado extraña.

La bruja del pueblo se llamaba Anika, probablemente haya tenido otro nombre, pero ya no lo recordaba. Era ese el nombre que le habían asignado los dioses;ella a diferencia de otras era una buena bruja, a pesar de que las personas la discriminaran o le robaran pociones, ella no tomaba venganza y convertía a las personas en sapos o árboles viejos, sólo se mantenía neutral, porque sabía que sus malas acciones se les devolverían. 

Una noche, recibió un mensaje de los dioses, dijeron que le darían un regalo por su buena actitud y carácter, pero que ella ya estaba muy vieja para sacarle provecho, así que sería a alguna de su misma línea, pero Anika no sabía eso.

Cuando su hija comenzó a tener los dones que tanto había deseado alguna vez la bruja, cayó en el odio más profundo y dañino del mundo, odiar a su propia familia.

Odiar a su propia hija, fue tanto el resentimiento de haberle arrebatado un poder que ella siempre había deseado, que una vez intentó ahogarla con la almohada de su cuarto, también ahogarla en medio de un baño, pero ninguna de esas funcionaba, sus dones siempre la mantenían a salvo, así que...un día, en la penumbra del amanecer, tomó a su hija en brazos y la dejó en la isla más alejada de la de ellos, al día siguiente cuando se despertara, ellos ya se habrían ido, después de todo no se podían quedar en un mismo lugar por mucho tiempo.

La pequeña niña con tan solo 9 años de edad se quedó abandonada, la desesperación la invadió y la tristeza la consumió. Pero cuando cayó en cuenta de que era hora de valerse por si sola, comenzó a cazar su propia comida y a cuidar de ella misma. Ella jamás supo que su madre fue quemada en la hoguera al día siguiente, por haberla abandonado, de alguna manera sentía compasión y cariño por ella. Después de todo era su madre.

Los años pasaron y todo maduró a su alrededor, incluyendo ella. Cuando la primavera se hizo presente, forasteros llegaron a la isla en la que se alojaba, estaba lista para atacar con las trampas que tenía, pero entonces fue cuando tuvo su enamoramiento por primera vez, un chico rubio de ojos azules. Ella atrapó a todos sus compañeros de búsqueda menos a él, luego la atracción hizo lo suyo y decidió que sería buena idea que ella viniera con él, la chica no tenía nada, y había pasado los últimos años en esa isla, no le gustaban los cambios, pero no podía pasarse toda la vida en ese lugar, así que emprendió su viaje con él.

Año tras año la chica fue tomando confianza con él hasta que una mañana de invierno se casaron, tuvieron su encuentro en el lecho matrimonial y contrajeron nupcias, luego de los nueve meses la chica cuyo nombre era Adelina, pario en la madrugada a dos gemelas de cabello rubio y mirada azul cielo, ella había ocultado sus dones toda la vida, pero al divisar que estos comenzaban a heredarse la hizo callar por más tiempo. Astra y Astrid Hofferson eran iguales físicamente, pero en la actitud eran completamente distintas, Adelina siempre supo quién era la que había heredado su don, pero jamás lo contó, no porque fuera mala, o porque las odiara, eso jamás, pero ella conocía los riesgos, si se enteraban, ella tendría que alejarlas para siempre, y sabía que no podría. Eso lo sabía muy bien, ¿por qué?, porque su esposo había dado la vida por ello. Días después del nacimiento de las hermanas Hofferson, el padre de estas fue secuestrado y asesinado por haber dado vida al poder que por tantos años había atemorizado a pueblos enteros, Adelina tuvo que escapar de ahí, se escondió ella y sus hijas en distintos lugares, ellas nunca socializaron con chicos de su edad, siempre estaban moviéndose, era precaución no querían que las encontraran y tuvieran el mismo destino que su esposo, pero a pesar del sentimiento de pesadez que se instalaba en le corazón de Adelina, ella sabía que sus hijas se tenían la una a la otra y que el amor y el apoyo nunca harían falta en esa familia, al menos en ellas dos, todo estaba bien después de mucho, pero para arruinar esa preciosa armonía, llegó el nefasto día que arrasaría con toda la liga Hofferson. 

Hermanas HoffersonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora