Capitulo 13

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"¿Ahora que?"

En Berk (1 día antes)

-¿Dragones?, ¡¿Vieron dragones?!-el hiperventilado y exaltado Patapez, comenzaba a perder la poca cordura que le quedaba, luego de haberse enterado de un gran secreto de la hermana de Astrid, y ahora la noticia de que todavía podían haber dragones, lo estaba matando 

-Sí, y eso no es todo, la carta fue escrita por Nilsa...Grimora

-¿Grimora?, ¿Como Grimmel Grimora?-preguntó Eret con el seño fruncido y golpando la mesa en la que se encontraban debatiendo

-Sí, sí, excatamente, pero chicos, muchos vikingos tienen el apelido Grimora, ¿por qué justo sería el de Grimmel?

-¿Porque es el único maniático, loco y con problemas de ira que conocemos?

-Nah, Hipo tiene razón, hay muchos tipos que puedan tener ese apellido, como Hanselt Grimora-comenzó a enumerar Brutacio con los dedos 

-oh Jelka Grimora, Rubastud Grimora, o icluso a ese tipo que vimos la otra vez en los mercados del norte, ¿cómo se llamaba?-empezó a pensar Brutilda 

-Lennor, sí era Lennor Grimora

-Muy guapo a mi parecer-dijo ensoñada Brutilda 

-¡Te escuche!-gritó rojo de la ira Patán 

-Lo sé, pero recuerda, puedo mirar, pero no tocar- Brutilda le guiñó un ojo a su amado, para luego dirigir su mirada a Hipo, quien solo estaba de brazos cruzados mirando al suelo 

-Solo da la orden jefe-dijo como siempre el carismático Patán 

-Iremos, reuniré la embarcación, prepárense, nos iremos al anochecer-Hipo comenzó a buscar sus guantes de cuero que había dejado sobre la mesa, el 3 invierno de Berk, estaba por venir, y ya se sentía por toda la piel de los vikingos 

-¿Quieres que salgamos a mitad de la noche, con el frío y lo tenebrosa de esta?-Patán estaba enojado, bueno ¿cuándo no lo estaba?

-Si- dijo al terminar de ponerse los guantes que le dieron un calor instantáneo en las manos 

-No grac....

-¡¿ESTOY CON ÉL QUIEN VIENE?!-se escucho el grito de Brutacio por todo el gran salón, a lo que todos salieron disparados a preparar sus cosas, incluso patán a regañadientes y de brazos cruzados salió de ahí, seguido por los demás

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-¿Astrid?-tocó la puerta Heather, de la cabaña matrimonial Abadejo Hofferson

La chica iba a tocar una segunda vez, hasta que la puerta se abrió, y la chica del otro lado de la madera, se encontraba con los nudillos y ojos rojos, y algunas lágrimas secas en sus mejillas, estaba sudada por cuello, brazos y frente, y su humor y cara, no eran lo mejor en ese momento.

-¿Qué pása?-preguntó Astrid con la voz ronca, invitó a pasar a su amiga con una señal hecha por su mano, y se dispuso a sentarse, pero antes de recargarse en el cómodo sillón, el agarre que le dió la pelinegra para atraerla hacia ella, se lo impidió.

Inesperadamente, Heather la abrazó, la apretó contra su cuerpo, como si no quisiera soltarla, porque si lo hacía, sentía que la perdería 

-Lo siento...-fue lo que susurró, pero...¿por qué?, no había hecho nada-Siento haberte dejado sola en todo esto-la chica inhaló para proseguir- se lo que es perder algo, y me prometí que si alguien estaba en mi misma situación, no lo dejaría solo- la chica comenzó a llorar, ya no lo aguantaba más- porque...se lo que es estar solo en el mundo...y te dejé sola..., soy la peor amiga del mundo, perdóname Astrid.

Quizás era una estupidez lo que estaba escuchando de los labios de su amiga, y sinceramente le encontraba razón en algo de todo los lamentos que dijo, ambas habían comenzado su vida solas, hasta que se encontraron, y descubrieron lo que era la amistad, jamás se dejarían entre ellas, no la dejarían a la otra a su suerte, porque eran más que eso.

Astrid entonces se sinceró, y abrazó más fuerte a su amiga, para luego romper en llanto ella igual, negándose a sentirse débil, pero ya no podía, lloraba todo lo que se había guardado, y había prometido no sacar nunca, para no sufrir de nuevo, y aquí estaba, sacando esas inútiles gotas saladas que detestaba, llorando por su hermana, por el poder que ocultaba, y por las dudas que tenía su cabeza, y era estresante no poder responderlas, dos amigas se quisieron y amaron ese día, se tenian para apoyarse la una a la otra, era todo lo que necesitaban.

-Gracias...-susurro apenas Astrid, mientras su amiga le acariciaba el cabello, igual que una madre protectora, heather al tener una relación con Patapez, se había puesto muy maternal.

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-¿Hipo?

-¿Mhh?

-Ahora que todos se fueron,¿puedo hablar contigo un momento?-el mencionado levantó la vista del mapa que tenía en manos, y dejándolo sobre la mesa, se dirigió con atención a su amigo

-Claro, ¿qué sucede Patapez?

-Bueno no sucede nada, sólo quería disculparme por...desconfiar de Astrid, hubiera estado igual que tú si se tratara de Heather, me costó entenderlo, pero caí en cuenta, que fui un idiota.Pero tú me conoces, como aveces tu orgullo es más grande que tu cerebro, mi lógica por encontrarle sentido a las cosas es más grande que mi corazón, incluso si se trata de desconfiar de mi mejor amiga.

El chico suspiró y agacho negando con la cabeza, mientras trataba de esconder una ligera risa, era demasiado gracioso ver a Patapez casi sudando por los nervios al disculparse 

-Hemos pasado por mucho, ¿crees que por un pataproblem dejaremos de ser mejores amigos?-preguntó Hipo burlon mientras mostraba su ya no disimulada sonrisa, para luego estrechar la mano de él y su compañero, los verdaderos amigos, se perdonaban en cualquier circunstancia, incluso si los amores de sus vidas, estaban metidos en eso 

-Ahora como prueba de gratitud, permíteme ayudarte en la cartografía, soy el mejor en el negocio- egocéntricamente y como un verdadero personaje de la realeza, se dirigió al mapa, que pronto fue quitado por Hipo, para comenzar una mini-lucha de quien era el mejor

Pronto Patapez para no guardarle más secretos a su amigo, y cuando las cosas se calmaron, le explico su teoría sobre la hermana de su esposa, cosa que pronto el mapa dejó de ser importante, e iniciaron una nueva conversación 

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-¿Qué piensas hacer ahora?-Heather se encontraba con una taza de té en su mano, al igual que Astrid, solo que ella, se encontraba con la mirada perdida, ya estaba atardeciendo y ambas habían dejado de hablar cuando la rubia se había callado de la nada 

-No lo sé














Chicos perdonen la inactividad, eh estado muy ocupada con el colegio, el siguiente capitulo les prometo que será mas largo, tendrá muchas sorpresas, ojalá puedan perdonarme, nos leemos en la siguiente ❤

Chica Mercurio☆

Hermanas HoffersonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora