Capítulo 17

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"Contrincantes"


Astra nunca había sido una persona feliz realmente, su infancia había sido arrebatada hace bastante tiempo, y el amor y el cariño con que debería ser formado un niño, nunca pasó, es por eso que la frialdad, el enojo y la desconfianza se apoderaron de ella, porque nadie estuvo ahí para enseñarle lo que era correcto y lo que no, lo que es bueno para ella y lo que no, no tuvo una brújula en su vida, sólo seguía su instinto, y si eso significaba alejar y matar personas antes que agradarles, entonces lo haría a su manera.

Con determinación y unos ojos achinados, miraba a cada persona que se encontraba ahí, el blanco de la nieve hacía ver las teces de la piel más pálida, y las hermanas Hofferson no se verían, de no ser por sus ropas de color. Comenzó por el chico al que le llamaban "Patan", o puede que fuera su nombre real, tenía ojos lindos (pensó), pero eso era todo. Luego miro a los gemelos, en cuestión de segundos se dio cuenta de quién era el chico y quien era la chica, ambos de la misma contextura, y probablemente no fueran muy diferentes, eso significaba que ellos al ser dos personas, eran igual que una. Miro a un chico rubio, no eran de su agrado los rubios, pero le gustó su cordialidad. Por último vio al mondadientes andante, ese chico que pronto sería familia, y ese chico que había tenido las agallas de comprometerse con su hermana, conociendo lo dura que eran las Hofferson, era muy difícil asimilarlo, pero aún así admitía que hacían bonita pareja, pero ver que alguien que no fue ella le ha ayudado en cosas que ella debió haber estado presente la destrozaba, como chismear de su primer beso, que Astrid le pidiera consejos amorosos y ella probablemente no sabría cómo responderlos pero lo hubiera intentado de todos modos, ayudarla con la decoración del escudo Hofferson en la boda, pero ni en eso estuvo presente, y ver que todo eso lo había echo una persona que ni si quiera ella conocía la hacía sentir vulnerable y mal porque debió haber estado ahí.

-¿Quieren algo de beber?-preguntó Astrid quien había preparado su fantástico ponche de Jack

Todos se miraban atemorizados, Astra miró el líquido dentro de la botella con curiosidad y acepto un trago, el siguiente fue Hipo quien por más que ese líquido le hiciera vomitar más tarde, quería hacerlo para no herir los sentimientos de Astrid, Astrid sonrió a sus dos voluntarios y pregunto al resto del grupo

-Ammm no gracias, desayuné mucho hoy- se justificó Patapez

-Me duele el estómago, comí mucha carne de jabalí- respondió Patán

-Muchos dulces- sonrieron ambos gemelos mostrando sus dientes algo destruidos, lo cual le dio una mueca repulsiva a la rubia

Una vez que los únicos dos que habían tomado ponche de jack, dieron su respuesta.

-Hermanita, esto es repugnante- respondió Astra con toda la sinceridad del mundo

-¿Qué?

-¡Nada!, amor...esto sabe...delicioso- sonrió a duras penas el castaño tratando de sacar cualquier comentario ofensivo de la mente de la rubia

-Debes aprender a mentir Hipo, o mejor dicho, a ser sincero- respondió de mala manera Astra

-¿Qué?- dijo Hipo

-Ya sabes, te guardas el comentario de desagrado de la cara para no ofender a Astrid, pero tu palabra no hará la diferencia, ¿o me equivoco?, puedo adivinar por tu cara y el movimiento de tus manos que estas aguantando ese sabor putrefacto que corre por tu garganta y va directo a tu estómago, en donde haces un esfuerzo por no vomitar.

-¿De qué hablas Astra?- respondió Astrid divertida-A Hipo siempre le ha gustado mi ponche de Jack-respondió orgullosa teniendo un asentimiento de cabeza por parte del castaño

-Oh...okey...entonces, si tanto le gusta no tendrá problema en acabarse la jarra completa

Todos abrieron los ojos de golpe, pocas veces desafiaban a su líder, y cuando lo hacían terminaban con la oca cerrada por el o por la rubia, pero ¿qué hacer ahora?, en donde no podían pararlo ninguno de los dos

-¿Tienes algún problema?

-Sí, no puedes llegar así de la nada y empezar órdenes, incluso a mí. Astrid sabe que me gusta su ponche de Jack, no necesito una testigo para que ella lo confirme.

-Bien, de todas formas no la hubieras acabado

***

- ¡Hipo, Hipo, Hipo!- animaban todos sus amigos cuando su boca goteaba de esa mezcla entre amarillo y blanco y tenía una sonrisa satisfecha

-Bien echo mondadientes-dijo Astra golpeándole fuertemente la espalda lo que le hizo perder los estribos al castaño y vomitó todo- pero te falta valor, es por eso que siempre debes ser sincero, no importa el precio-Astra se fue de ahí luego del incidente

-¿Estás bien?- preguntó Patán

-Por supuesto que está bien, ¡No Hipo?-dijo patapez dándole palmaditas en la espalda lo que lo hizo hacer vomitar de nuevo

***

-¿Por qué hiciste eso?

-Oh vamos, no te enojarás por eso Astrid, es un cretino, tenía que ser sincero contigo, de habértelo dicho antes esto no hubiese pasado-dijo Astra en un momento que se volteó a mirarla

-Astra...no puedes pasar a llevar a las personas así, estoy segura de que no conoces a Hipo porque no le has dado una oportunidad si tan solo....

-¡No!, ya he tenido suficiente Hipo no merece tu amor ni tampoco mi respeto

-Astra no es eso, no es respeto, es amistad, trata de ser su amiga, lo último que quiero es que mi novio y mi hermana se lleven mal.

-Sólo por ti pequeña Zafiro

Quizás estuviera mintiendo, o quizás solo estuviera diciendo la verdad, Astrid debía entender a Astra, ella jamás había tenido una familia estable, tampoco amor que recibir o dar, y esto era más que difícil para ella, pero como hacerlo, cuando te entrenan para una batalla te sientes lista y preparada, sientes que tienes más fuerza que todos los demás, te sientes empoderada, pero cuando llega el momento, todas tus fuerzas se van, te das cuenta que siempre habrán personas mucho más fuertes que tú, y trataras de adaptarte a todo lo que aprendiste, pero no funciona porque ya te intimidaron y cuando sientes ese temblor por todo tu cuerpo la batalla está perdida, y eso era lo que sentía Astra un sentimiento que había preparado toda su vida pero ahora no sabía como usarlo

-¡Chicas!, ¡hay un incendio en las colinas gemelas!

Pero para esto si la habían preparado.




¡Hola!, mil disculpas por el retraso de verad que siempre quería escribir un nuevo capítulo pero no podía, no me quedaba tiempo, pero ya pronto saldré de vacaciones y trataré de actualizar más seguido, espero que les haya gustado este capítulo y muchas gracias por ser tan pero tan lindos y pacientes, les mando una besote y un abrazote gigante 

Hermanas HoffersonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora