Capitulo 14

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"Amar"

La noche había llegado a Berk y con ella traía un final relajante para algunos vikingos, otros ya tenían un escape preparado, que harían a mitad de noche. 

Heather y Astrid se dieron cuenta que Hipo no llegaba a su hogar que compartía con la rubia, ambas amigas seguían juntas desde hace ya 3 horas, y eso les parecía más que extraño, se disponían a salir para ir a busca a sus respectivos maridos, pero al momento de abrir la puerta, Brutilda callo a cuerpo muerto en el duro y frío suelo de la entrada 

-Bueno...he tenido peores moretones-habló mientras se levantaba, con ayuda de las chicas y se tomaba la cabeza tratando de lidiar con el dolor que estaba en su parte frontal 

-Lo sentimos tanto Brutilda-Heather estaba aguantando la risa, al igual que Astrid, sus labios estaban más que rojos por tener la manía de morderlos para no reír 

-No hay problema, bueno, con ustedes no hay problema, pero si hay un problema -

-Ammmmm..¿qué?-Astrid frunció el ceño, cuando escucho la palabra "problema", su intento de atragantarse con risa había desaparecido

-Sip, bueno veran...me colé en una reunión de chicos en el gran salón, y al parecer planean salir esta noche, oh esperen, ya es de noche, que tonta-no bastaron segundos de más para que la chia de ojos verdes y la de ojoz azul intenso salieran corriendo de la casa, dejando a su nformante sola, antes de que se dieran cuenta 

-Les espera un gran regaño-maldecía Astrid en voz alta, mientras su dientes rozaban fuertemente entre ellos 

-Ni te lo imaginas-Heather estaba de la misma manera, hasta que ambas pararon en seco, al ver a los chios cargando el baro en que seguramente irían, en plena oscuridad de la noche 

-Espera...¿estás pensando lo mismo que yo?-dijo intrigada Astrid 

-¿Qué sería de nosotras sin el elemento sorpresa?-ambas sonrieron con complicidad y se metieron sigilosamente en el barco, para cuando los chicos zarparon al océano, Astrid y Heather ya estaban ocultas 

POV. Narrador

Bajo las estrellas del gran manto negro que cubría la tierra, se encontraba u barco de tamaño medio, sobre las tranquilas aguas de Berk, ya estaban por dejar esa isla, eh iban casi atravesando la pared de neblina que era producida por el frío de Berk, y a la vez lo mantenía camuflado 

-Bien chicos, llegaremos mañana al atardecer a la orila del Dragón, nos dividiremos en grupo, Brutacio y Patapez, ustedes vigilarán la zona norte de la orilla, yo con Patán iremos a la ala sur, y tú Eret, por mayor conocimiento por trabajar con los cazadores de dragones, te encargarás de este y oeste, no son lugares tan amplios, sólo un poco de bosques y acantilados, ten cuidado de no caer por alguno 

-Ojalá que si, así deja a mi esposa en paz-Habló Patan de brazos cruzadas

-Idiota-susurró Eret para si mismo 

-Chicos basta, debemos respetarnos entre nosostros, no queremos hundir el barco

-Ja, y lo dice el chico que le oculta cosas a su esposa-dijo nuevamente Patan, la falta de sueño provocaba cosas muy distintas en él, al que en una persona normal 

-¿Q..Que?, yo no le oculto cosas a Astrid-dijo jugando nerviosamente con sus manos 

-¿Entonces?, ¿Por qué no están aquí?, ¡A espera!, claro, porque se lo ocultaste, ¿Estás conciente que te matará cuando lleguemos de vuelta a Berk?

-Si patan...lo sé- dijo casi en un gruñido, la pasiencia se le estaba agotando 

-Si es que llegas-comenzó a reir silenciosamente 

Hermanas HoffersonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora