Capitulo 1

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"Un Hofferson"

En Berk, la paz había reinado nuevamente, apenas había pasado 1 año de la batalla con Grimel, Hipo Abadejo, había mejorado su jefatura y ahora que estaba unido en matrimonio con la chica de sus sueños todo era un poco más facil; No era completamente fácil, pues el lazo de amistad entre vikingos y dragones se había distanciado, todos los dragones se fueron al mundo oculto, por protección de parte de ambos reinos, a todos les afectaba su perdida y la distancia que habían tomado cuando ya casi estaban por formar la utopía perfecta en Berk, pero aveces las personas deben dejar ir lo que más aman para ser felices. Ahora solo tenían el amor entre ellos y el espíritu vikingo que no desaparecía tan fácil.

A pesar de sus pérdidas, llegaron nuevas uniones para formar un parche en la gran herida que irían cerrando poco a poco. Brutilda tuvo que tomar una decisión importante en el ámbito amoroso, y solo siguió su corazón y terminó casándose con patán, después de todo el amor por Eret, sólo había sido un amor platónico. Patapez quedó un poco decepcionado por la elección de la gemela femenina, pero respetó su decisión, al fin y al cabo, con la llegada de Heather unos meses después del ataque sus sentimientos volvieron a despertar como a los 18 años, se casaron y hoy en día viven una vida feliz. Brutacio después de 20 años encontró el amor, una chica del pueblo rubia y de ojos verdes le había robado el corazón, ambos compartían su amor por las bromas y al igual que su hermana se casó y ahora vivían junto a Brutilda y Patán, ya saben, si quieres a un torton, debes querer a los dos. Finalmente Hipo y Astrid fueron los últimos en casarse, por diversos problemas de interrupción, pero finalmente lo lograron y ahora eran felices el uno con el otro, claro que faltaban chimuelo y tormenta como parte de la familia que algún día iría creciendo, pero ellos entendían la razón y debían respetarla, con un pequeño olvido del pasado dejaron a sus dragones en sus corazones con la esperanza de algún día poder reencontrarse.

ººº

Sonaba el filo de dos hachas que rozaban con fuerza, se escuchaban quejidos y resoplos por parte de Astrid y Heather, ambas habían estado en batalla para comenzar la mañana sin mencionar que sus esposos y amigos las miraban como si fuera lo normal de cada día

-Será mejor que cuides tu espalda rubia- lanzó su hacha abierta de manera boomerang para que pudiera tener ventaja con su contrincante, lo había hecho tan veloz que los chicos sólo pudieron ver cuando Astrid daba un salto hacia atrás elevándose para no ser tocada por la hacha de su compañera y usando así ese mismo ataque como ventaja para depositarle un golpe en la espalda de su contrincante haciéndola caer

-Será mejor que cuides tu espalda Heather, yo tengo ojos en la mía- Una sonrisa de victoria se formo en su rostro mientras ayudaba a la peli- negra a pararse y su sonrisa fue tan contagiosa que ambas empezaron a reír

-Te pediré la rebancha As- Se levantaba y sacudía su armadura mientras se encaminaba con su amiga a donde estaba la pandilla de antiguos jinetes

-Cuando quieras perdedora- Ambas soltaron carcajadas y guardaron sus hachas de batalla en sus espaldas cuando finalmente habían llegado a donde estaban los demás

-Te dije que ganaría Astrid, Me debes 15 peces Cuñadito- En el rostro de Patán notaba una sonrisa triunfante, mientras que en la de brutacio solo habia una mirada de enojo

-Te los daré al anochecer-rodó sus ojos a lo que luego de su acto, abrazo por la cintura a su más preciado valle, Dhalia

-Te dije que no apostaras cariño- depositaba un pequeño y tierno besa en la mejilla de su esposo, para que no se sintiera ofendido por los insultos de Patán- Aún así, siempre serás mi ganador

-Estuviste asombrosa allá mi cielo, se que ganarás la próxima-ahora era Patapez quien depositaba un beso en la mejilla de su esposa

-Lo dudo amigo, pero sigue intentando- Decía hipo mientras recibía a Astrid y le daba una vuelta de bailarina, para que luego llegara directo a sus brazos y depositar un tierno beso en su frente, giró su mirada a patapez junto con su esposa para ver como se reprimía-

-Li didi imigi, piri sigui intintindi -rodaba los ojos y hablaba con voz aguda, tratando de imitar al antiguo jinete del furia nocturna a lo que a todos les causo gracia y no pudieron aguantar sus sonoras risas-

-Jajaja ayayai, Hipo tiene razón patapez, nadie jamás a podido vencer a Astrid, y dudo que esta vez sea diferente, por cierto ¿Cómo lo haces?, ¿Eres una maga al igual que tu esposo?-preguntó con curiosidad Brutacio, ya que quería responder a esa gran duda que tenía

Aunque allan pasado años, jamás se terminarían las estupideces de Brutacio o de su hermana, todos aun que maduraran, nunca perderían su esencia que los hacía a cada uno, bueno, único

-Es porque soy una Hofferson-con tan simples palabras podía responder a mil preguntas que hacían sobre ella-nadie jamás le ha ganado a alguien de mi familia, a no ser que sean del mismo clan-

-Ahora todo tiene más sentido, necesitamos a un Hofferson para destruir a un Hofferson, lógica

-Exacto.

Todos comenzaron a reír nuevamente sin razón alguna, solo ellos se entendían y eso era simplemente mágico.

Se aproximaba la hora del amuerzo y la mayoría de los vikingos se iban en dirección al gran salón, mientras que otros iban a sus casas para tener un lugar más acogedor, así lo hicieron los antiguos jinetes, para alimentarse en sus hogares después de una mañana tan...activa.

ººº

-Enserio estuviste increible en la batalla, parecía que volaras- El castaño Servía los platos mientras se sentaba y ponía su mano sobre la de su chica- Eres una mujer increible-dedicándole una sonrisa tomó asiento a su lado

Astrid sonrió ante las palabras que salían de esos labios que la mataban, se levantó y rodeó con sus manos el cuello del castaño para luego sentarse en sus piernas y besarlo

Astrid besaba el labio superior de Hipo, y el otro la besaba contrariamente, ambos movían sus labios como una coreografía perfecta, que al terminar, quedaban sin aliento

"Te amo", fue lo que se dijeron mutuamente, para luego empezar a comer

-Debes enseñarme a cocinar así Hipo, esto esta más que delicioso, eres un cocinero increíble- los 2 soltaron una carcajada y siguieron con lo de hace un rato.

La luna se podía ver cada vez mas cerca, hasta que se poso en la punta del cielo como diciendo a todos que se vallan a dormir, todos obedecían y poco a poco las casas del pueblo se iban apagando. Una chica de contextura delgada, pero con un buen físico, aprovechaba esta oscuridad para camuflarse y poder ver a su objetivo sin ser vista

-Ya tengo todo, se han quedado sin dragones lo cual significa, sin protección, perfecto para atacar, solo espérame Berk, que tus días de paz están por terminarse

Unos ojos azules radiante se podían divisar en el follaje de la aldea que atemorizarían a cualquiera si los miraba, esa extraña figura que se escondía en su capa negra se apresuró en irse para evitar cualquier error, debía llegar a su hogar pronto, pues el cansancio se apoderaba poco a poco de ella, después de todo, había tenido una mañana muy activa.

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Chica Mercurio☆

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