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Le dicen que es un joven guerrero, aventurero, aunque su rostro sea tan tierno cuando llega el momento puede ser temerario.



Cuando el auto se detuvo, los jóvenes fueron los primeros en salir y con amabilidad abrieron la puerta, en el camino logre notar que realmente parecían de confianza pero aun temía que me hagan daño o que sean seguidores de la pronta pareja fallecida.

Cuando salí del auto nos adentramos a la gran mansión que al notarla ya sentía la cuerda en mi cuello, caminamos un par de pasos y subimos unas escaleras, no quería ver la casa pero notaba lo grande que era por los espaciosos fríos y cálidos que salían subiendo las escaleras.

Llegamos a una puerta de color marrón oscuro y con un par de golpes una voz bastante varonil salio detrás de la puerta, a pesar de notarse lejana no podía dejar de sentir a mi lobo levantar sus rejas, eso ya era muy extraño, mi pequeño lobo no había despertado hace mas de diez años y pensé que ya ni lo tenia.

Cuando entramos note el aroma a pomelo rosado que estaba en la zona, era suave y tan relajante que me calmaba hasta los músculos de tan tencionados que estaban y cuando volví a centrarme volvieron a tensarse haciéndome doler un poco.

_¿Quien es usted? y porque me requiere en este lugar? -pregunte molesto con un leve gruñido que parecía runruneo haciéndole reír un poco al hombre frente a mi levantándose y dar una reverencia que impacto al chico que estaba a mi lado.

_me llamo kim namjoon y necesito tu ayuda-respondió lo mas suave que podía sacándome mi enojo a los segundos.

_¿Como que mi ayuda? 

_Se quienes son tus hijos-respondió haciéndome retroceder queriendo pedir ayuda-pero los requiero tanto a ti como a tus hijos.

_¿Que?-pregunte. 

_Necesito que seas mi esposo-nos miramos y con mi rostro en completa furia fui hacia el sin preámbulos y tome el cuello de su camisa estirándola hacia mi.

_!¿Que estupideces estas hablando ?¡-grite para luego ser tomado por los jóvenes que me trajeron.

_Te lo explicare-contesto acomodando su camisa y pidiendo que los chicos me suelten para sentarme-soy un empresario , la empresa no es completamente mía es de mi padre al que por nuestra mala suerte esta en una condición muy critica-contó haciéndome sentir culpable por lo que le había echo hace unos minutos atrás-mi hermano es un candidato de la herencia pero no puede ser tomada en sus manos ya que tiene muchas ramas ligadas a la mafia y si no son tomadas con manos expertas sera una gran guerra que puede perjudicar a todo seul-contesto el joven tomando un poco de aire para luego proseguir- mi padre hizo un contrato que decía que si me casaba y duraba un año podía tener la empresa.

_Me dices que tu eres el niño bueno que tiene que obtener esa empresa porque tu hermano no podrá con las personas conectadas a la mafia?-pregunte incrédulo.

_Mi hermano apenas tiene veinte años-y con eso callo todas mis dudas, claramente era muy joven para tener una empresa tan peligrosa-necesito que tu seas mi esposo para obtener la empresa y que tus hijos protejan a los míos.

_¿Como? 

_Se que hacen exactamente tus niños y no es jugar a la pelota como lo hacen los de su edad-contó haciéndome avergonzar un poco-mis niños serán lastimados mientras estemos juntos por el simple echo de que mi hermano hará lo que pueda para tener la empresa y si hablo lo que sea-me miro seriamente-hablo de que pueden hasta matar por ella.

_¿Y crees que mis hijos desafiaran a la muerte?-pregunte callándome por la estupidez que acabo de decir.

_Tus hijos son como la muerte encarnada en dos jóvenes mellizos-comento-ademas si me ayudas procurare que cuando todo termine tus hijos tengan un puesto de trabajo y una casa para que convivan-mire al hombre frente a mi que se había levantado, era un alfa de alto rango y no me estaba intimidando tanto como un alfa debería, y eso significaba que había bajado su guardia a un cero por ciento y que lo que hablaba era en serio, un poco dolido por mi decisión me levante y tome su mano.

Segunda OportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora