Yo

Capítulo 2 - Primer día de clases

Habiendo pasado un mes del cumpleaños de Gabriel, las clases universitarias dieron inicio como estaban programadas. El joven tenía todo listo para su primer día: mochila, cuadernos, libros, lápices y su almuerzo. Estaba preparado para empezar esta nueva etapa en su vida. Sin embargo, no estaba solo del todo. Sabía que contaba con la ayuda de quien él consideraba su ángel de la guarda, pero realmente no tenía idea de lo que le esperaba con aquel ser habitando su mente.

Gabriel salió a una hora prudente de su casa. Tomó el auto de su abuelo y emprendió rumbo a su centro de estudios. No vivía tan lejos de aquel lugar, así que no le demoró tanto tiempo llegar. La típica congestión vehicular de cada mañana de lunes era su único obstáculo; sin embargo, lo superó fácilmente apenas cambió la luz a verde. Arribó a la universidad y dejó el auto en el estacionamiento de alumnos. Sacó su mochila y caminó hacia su facultad. Había muchos chicos y chicas que él jamás había visto en su vida, pero eso no le importaba ni molestaba tanto. Gabriel no era un chico introvertido; todo lo contrario, siempre había demostrado ser bastante amigable con todas las personas que conocía.

Rápidamente se cruzó con sus amigos de siempre: Israel y Mariana. Afortunadamente, ambos también estudiaban en la misma universidad que él. Israel estudiaba la carrera de negocios internacionales, mientras que Mariana estudiaba medicina. A pesar de las diferentes carreras que seguían, los tres congeniaban muy bien y siempre habían sido muy unidos.

"¿A qué hora tienen clase, chicos?", preguntó Mariana a ambos.

"Uhmmm... Mi primera clase es a las 10:00 am, creo... ¿Qué dices, Gabo? ¿Vamos a perdernos por ahí hasta que comience? Je, je.", le dijo Israel.

"Ugh, no puedo, Isra. Mi clase es a las 8:00 am. De hecho, debería ir a buscar mi aula.", respondió Gabriel.

"Pfff, aburrido.", respondió Israel haciendo una seña de desaprobación con la mano.

"No seas ocioso, Isra. Aprovecha para leer algo antes. Tengo una excelente novela que te puedo recomendar, je, je.", le dijo Mariana.

"No será otra de tus novelas románticas de chicas que se enamoran de un chico imposible, pero que al final terminan juntos de todas maneras, ¿verdad?", respondió Israel en tono aburrido.

"Ja, ja... No, esta es mucho más interesante. Trata sobre un chico con problemas mentales que es acosado por un ente malvado que dirige su vida muchas veces contra su voluntad.", respondió Mariana.

"Ah... No me interesa.", respondió Israel bostezando.

"Bueno, muchachos, es hora de ir a nuestras aulas. Que tengan buen día.", se despidió Gabriel con un abrazo a ambos.

Luego de esto, tomaron su respectivo camino. Gabriel avanzó hasta su edificio y tomó el ascensor. Verificó en su horario qué aula le correspondía e ingresó. Se sentó ni tan atrás ni tan adelante. Sin embargo, algo dentro suyo empezó a hacerlo sentir extraño. Era como si su visión se comenzara a nublar y a dejar de percibir su realidad. Cuando reaccionó, se dio cuenta de que estaba en un lugar oscuro. En frente suyo, había una persona idéntica a él. Se sorprendió un poco, pero creía que estaba teniendo alguna especie de sueño.

"Hola, Gabriel.", le dijo su reflejo.

"¿Hola? ¿Dónde estoy?", respondió Gabriel extrañado.

"Estamos en tu mente. Y tú me conoces. Ya hemos hablado antes. Soy tu ángel, ¿recuerdas?", le dijo.

"¡Ah! Pero ¿por qué te ves como yo?", respondió Gabriel.

"Porque así es como tu mente me representa. Descuida, estamos en un lugar seguro. Aquí nadie ve ni escucha lo que sea que suceda. Es un lugar privado y afuera el tiempo y el espacio no se alteran.", le dijo.