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Durante una media hora más o menos estuve tratando de satisfacer sus deseos con mi boca. Realmente me esmeré haciéndolo. Incluso cuando se corrió lo tragué todo esperando que estuviera contento de esa manera.

-Sanji...- casi no podía hablar, mi mandíbula dolía.- ...ya terminé.

Solté un suspiro mientras trataba de ponerme de pie pero un tirón de mi brazo me hizo caer hacia atrás. Quedé sentada sobre sus piernas.

-No juegues _____. ¿Como voy a estar satisfecho solo con eso?

Me dió la vuelta para que quedara con cada pierna junto a sus caderas. Con una mano sostuvo mi cintura mientras que con la otra metió un dedo en mi boca haciendo que la abriera.

-Tu boca no está mal pero si no me vengo varias veces dentro de ti no estaré satisfecho.

Abrí los ojos desmensuradamente, él nunca había hecho eso. Aunque me obligaba a tener sexo siempre me cuidaba, si no usaba preservativo se aseguraba que venirse afuera. Él nunca...

-Si haces eso yo...

-Shhh.- puso un dedo en mis labios.- ¿No tienes prisa?

Cerré los ojos con fuerza de la frustración de no poder hacer nada. Había riesgos pero necesitaba ir a esa entrevista si queria salir y dejar de ser su juguete.

Luego de un tiempo que no sabría definir ya que no estaba en mis cinco sentidos, finalmente Sanji me dejó descansar diciendo que había sido suficiente para él.

Miré la hora en el reloj de la pared, eran la 1 p.m. Lloré amargadamente, perdí mi oportunidad para comenzar una vida nueva lejos de Sanji.

-Ya son más de las 11 _____. Ya es tarde para la entrevista.

-Sanji, tú... ¿lo sabías?

-No lo intentes otra vez ¿entendido?- abandonó mi habitación dejándome sola.

Ahora todo tenía sentido. Por eso no quería dejarme sola ni dejarme salir. ¡Él había leído la carta! Ya estoy cansada de esto, está controlando mi vida entera.

¡No lo soporto más!

Comencé a guardar ropa en una pequeña maleta, cosas imprescindibles para mi. Regresaría a casa. No me interesaba el dinero que él me daría, solo quería marcharme.

Luego de estar lista salí al pasillo para ir a la entrada principal, de ahí tomaría un taxi. No conté con que Sanji tomaría una ducha y luego regresara a mi habitación.

-Oye ____. ¿A donde vas con esa maleta?

-Me voy a casa.- lo desafié.

-No lo permitiré. Regresa a tu habitación.- tomó mi brazo fuertemente, me estaba haciendo daño.

-¡Renunciaré quieras o no! No necesito el dinero, solo déjame ir.- logré zafarme de manera repentina.- ¡Ya no quiero estar más a tu lado!

Cuando lo miré a la cara nuevamente estaba enojado, me recordó mucho a aquella vez que caí de un arbol y rompí su aeroplano.

-Como sea.

Dió la espalda regresando así a su habitación. Yo entiendo, no soy más que un juguete para él.

Solo llegué a casa en la noche ya que no era cerca. Mi madre se sorprendió mucho al verme pero me recibió con los brazos abiertos, era ya la hora de la cena y no les molestó poner un plato más en la mesa.

Mis hermanos crecieron mucho este tiempo que estuve fuera. Hubo una gran conmoción por mi llegada y en serio agradecí la bienvenida.

-Ya estoy en casa.

Mientras cenabamos mi padre me contó que una empresa había invertido en su pequeña fábrica así que podía reabrir en cualquier momento. Eso sería fenomenal, trabajaría ayudando a mi padre hasta encontrar otro trabajo más conveniente.

-Mamá, estoy algo cansada. Quisiera ir a dormir.

-Dame unos minutos, prepararé la habitación de invitados para ti.

¿La habitación de invitados?

Este se supone que es mi ansiado retorno pero me siento como una extraña en mi propia casa. La cama se siente tan grande...

Cierto, ya me había acostumbrado a dormir junto a Sanji. Es por eso que ahora me siento tan rara durmiendo en una cama tan grande. Debería olvidarlo. Ahora tendré una vida nueva junto a mi familia.

A Toy [Sanji X Lectora]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora