A Toy [Sanji X Lectora]

10 - Extra

Desperté en la madrugada ya que creí escuchar un ruido extraño dentro de mi habitación pero solo era que se había abierto la puerta. Atravez de la apertura pude ver como Sanji estaba ligeramente asomado.

-Sanji, ¿que haces levantado tan tarde?

Froté mis ojos para poder ver mejor, estaba adormilada aún. Sentí como mi lado de la cama se hundía. Sanji había entrado acomodandose sobre mi cama.

-Solo quería que bebieras un poco conmigo.- sonrió de manera sexy.

-¿Estás ebrio?- alcé una ceja y vi la lata de cerveza que tenía en mano.- No beberé, sabes que soy poco tolerante al alcohol y aún soy menor de edad.

Iba a acomodarme nuevamente para seguir durmiendo pero él retiró las sábanas para que le prestara atención.

-Quiero verla.- se acercó a mi hasta quedar solo a milímetros de mi rostro.- Esa apasionada e intensa mirada que tienes cuando estás ebria.

Sentí como el calor invadía mis mejillas. Sabía a lo que se refería, esa fue la primera vez que tomé alcochol y juré que sería la última.

Comenzamos a forcejear, quería que bebiera a la fuerza de la lata. Fue tanta la fuerza que acabó cayendo al suelo derramandose así su contenido sobre la alfombra.

Sanji se quedó por unos segundos mirando la lata y luego comenzó a arrancarme el pijama que traía puesto. Quedó totalmente inutilizable.

Al final, nada ha cambiado aún. Paso todos mis dias siendo tratada como su juguete.

Ya cuando se cansó de tenerme debajo suyo y gimiendo su nombre dejó caer todo su peso sobre mi.

-____... me gustas demasiado... eres tan linda cuando te sonrojas...

Escuché un ronquido y supe que se había quedado dormido.

A la mañana siguiente desperté con pesar pero sabía que debía ir a la escuela. Aún tenía deberes. Cuando ya casi tenía listo mi uniforme Sanji despertó con un gran bostezo.

-¿Que hago en tu cama?- preguntó apenas despertar.

-¿No recuerdas? Siendo honesta, es tu culpa que no haya conseguido dormir.

Después de las palabras que me dijo al oído mi corazón latía tan fjerte que no conseguí dormir en todo lo que quedaba de noche. Solo de recordarlo mi corazón comenzaba otra vez a latir fuerte y tenía esperanzas.

-Parece un desperdicio. Nos divertimos tanto... y ahora no puedo recordar ni una sola cosa.- se quejó.- Tú no pudiste dormir por mi ¿cierto? Eso fue bastante malo de mi parte.

Se levantó para abrazarme, aún estaba desnudo así que me puse nerviosa.

-Saltémonos las clases de hoy, vamos a dormir.

-¡Tenemos que ir Sanji, no puedes faltar a clases!

Sin decir ni una palabra más fui empujada a la cama suavemente, casi con delicadeza.

-Pero antes de dormir... hagamos cosas divertidas que pueda recordar cuando despierte.

Fin