La preparatoria Neverland, preparatoria en donde solo los chicos con futuro prometedor y ricos en su mayoría asisten.
En este lugar existen secretos como en cualquier otro, secretos que pueden llegar a cambiar tu vida o simplemente joderla más de la...
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Jessy Rusell:
Habían pasado más de los 4 días que Mack interpuso para vernos y no había recibido ninguna llamada por su parte, lo cual se me hacía muy raro, debido a que ella jamás estaba tan desconectada conmigo, lo que hacía que mis sospechas y miedos aumentaran, quizás su padre la había descubierto o ya no quería que vaya, habían muchas variantes las cuales hacían que cada minuto más aquí fuera un infierno, la preocupación me invadía y mi cabeza no ayudaba a tranquilizarme, sabía que no debía preocuparme o crear falsas escenas, pero en estos momentos, cree hasta la película completa en mi cabeza, lo cual era muy estresante, sabía que no debía llamarla, porque cada vez que la desobedecía, algo malo pasaba y prometí que no iba a llamarla pasara lo que pasara, pero eso no quería decir que no me atormentara con esas malditas escenas en mi mente. Intenté dar algunas vueltas por mi habitación que no es tan grande que digamos lo cual hacia más inevitable que pensara en eso, tome mi móvil en mis manos y veía mi pantalla cada tres segundos, para ver si había al menos un mensaje de ella diciéndome que todo está bien y los planes de irme de Francia seguían en pie, solo me bastaba con un "Jess, ¿Lista?", pero ni eso recibía.
Pasaron alrededor de 4 horas, las cuales pase revisando mi móvil, no había ni un mísero rastro de ella, estaba muy desesperada lo cual no era típico en mí, todo se concentraba en una cosa, ¿Y si la descubrió? Luego de unos minutos de que fui por un vaso con agua, sentí mi móvil vibrar, me apresure a ver de quién se trataba y aquellas dudas que tenía desaparecieron en solo segundos cuando vi el nombre de Mack reflejado en mi pantalla, contesté de inmediato.
(En la llamada)
- Jess, siento haber tardado en comunicarme, pero se presentaron algunos eventos, los cuales retrasaron el haberte llamado. -dice con un tono de tranquilidad, al parecer logró solucionar aquellos eventos.
- No te preocupes, yo...
- Espero que no te hayas llenado la cabecita con escenas absurdas. -soy interrumpida por ella con los pequeños sermones que indirectamente empezó a darme, pero si supiera que no solo cree escenas, sino también una película y con secuela incluida- Bueno pequeña, necesito que en menos de lo que Drácula se transforma en murciélago estés en el aeropuerto central de París, mi guardia estará esperándote ahí, cuídate y recuerda lo que te dije de los portales, Accio. -dice de manera rápida pero entendible, para luego colgar la llamada.
Respiro profundamente para luego guardar el móvil en mi abrigo, tomé mis dos maletas y bolso lista para partir hacia el aeropuerto, caminé hacia la puerta junto con ambas maletas, me detuve y vi hacia mi alrededor, al final estaba dejando una parte de mí aquí, lo cual era muy difícil, pero recuerdo que siempre debemos mirar hacia delante y dejar lo pasado donde debe estar, en este caso aquí. Seguí caminando, cerré la puerta, para luego seguir hacia delante, éste era un nuevo comienzo y necesitaba dejar atrás todo, porque esta vez sí tenía un propósito, iba en busca de mi felicidad.
