Stronger Love - BTS

¡Especial de año Nuevo!

NARRA EDWARD:

- Buenas Noches bichitos. -expreso depositando un beso en su frente, para luego salir de la habitación en compañía de Lux. Al salir cierro la puerta lentamente para no despertarla, debido a que Mack le gustaba mucho dormir junto a nosotros.

- No crees que deberíamos decir... -dice Lux dirigiendo su mirada hacia mí.

- No. -la interrumpo.

- Pero merece saber de dónde proviene. -se acerca a mí- No podemos...

- Pero también merece una vida normal, es una niña, mi niña. -la reprocho señalando a la habitación donde Mack se encontraba.

- Cariño, sé lo mucho que la quieres, yo igual, pero Mack debe saber de dónde proviene y quiénes son sus padres. -me toma del brazo- Y aunque me duele muchísimo, debemos decir adiós algún día. -miro hacia abajo, para así evitar mirarla, no soportaba la idea de tener algún día que despedirme de ella- Ey, sé que es difícil, pero... -me levanta el rostro para mirarla, luego lleva su mano hacia su mejilla- ...estaré junto a ti cuando eso pase.

- Porque no lo olvidas y ya, ellos la abandonaron, ella está sola, nos necesita, por sangre o no, es mi hija y no discutiremos más el tema, no le diré la verdad, ni mucho menos la entregaré. -alejó su mano de mí y la miro directamente a los ojos- Es una Thompson y a un Thompson jamás se lo abandona. -la miro con total desaprobación, debido a que hablamos de eso años atrás y prometimos no separarnos de ella, ni un segundo de nuestras vidas, que esa niña era la prueba viviente de nuestro amor y por eso y mucho más es que la no dejaría que nadie se le la llevesé de mi lado.

- Edward, no podemos hacerle eso a los Dioses, ellos exigen verla y están en todo su derecho, estás poniendo en peligro a toda nuestra familia y al reino entero solo por quedarte con la niña. -alza la voz, tratando así de que su voz no suene entrecortada- Mack, es mi razón de vivir, es mi hija también, pero... -desvía su mirada- También es hija legítima de los Dioses y quieren verla, no podemos quitarles eso -me vuelve a tomar el brazo- Entiende, nos queda poco tiempo, sabes que solo será una visita...

- Una visita que en años no pudieron realizar además ¿Qué me asegura que no se la llevarán? sabes lo especial que es, es una niña...

- Excepcional, lo sé. -sonríe- Y me rehusó a la idea de dejarla, pero si no lo hacemos, yo... -desvía su mirada, tratando de que no la vea.

- ¿Tú? -le pregunto, no sabía que es lo que pasaba, en estos días Lux últimamente ha estado muy rara, desde hablar sola en la habitación o fotografiar cada cosa que hacemos con nuestra pequeña- Sabes que puedes confiar en mí ¿Qué es lo que pasa si ellos no la ven en el tiempo asignado? -le vuelvo a preguntar, esta vez haciendo un ademán de que voltee a mirarme.

- Nada, tienes razón, solo son preocupaciones tontas de mi parte. -le resta importancia y sonríe forzadamente- No dejaré que nadie se lleve a nuestra niña. -le acaricio la mejilla y ella cierra los ojos y sonríe nuevamente- Nadie. -abre los ojos y me lanza una mirada muy segura.

- Lo sé, eres la mejor madre que esta niña tiene y podrá tener. -sonrío, para luego acercarme a ella y depositarle un cálido beso en sus labios, beso al cual ella corresponde, nos separamos y ambos nos dirigimos a nuestra habitación.



- Je t'aime

- Je t'aime

Después de esa noche, no volvimos a discutir sobre ese tema, cada día después de ese, era un día muy agradable dentro de la mansión, Lux junto a Mack hacían de mi vida algo maravilloso, me daban e irradiaban una felicidad única que hacían que vea todo diferente.