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Cuando Harry cumple veintiuno, se da cuenta de que es feliz.

Están de nuevo en Estados Unidos para su cumpleaños veintiuno, lo cual es un poco genial, porque aunque Harry no pudo tener una fiesta para celebrar la venida del año en que puede beber cuando cumplió dieciocho, ahora sí puede tener una al estilo americano a los veintiún años.

No es nada especial, sólo el bar de su hotel, rodeado por los chicos y los guardias de seguridad, quienes también han sido parte de la familia.

Liam encuentra este lugar donde venden panquecitos, que tiene su propio programa de TV, y hay cinco panquecitos, cada uno con la cara de uno de los chicos sobre ella, modelado con fondant.

Harry no puede tomarlo seriamente, mirando al dibujo comestible de sí mismo que se está derritiendo bajo el calor de la vela que Louis había apresuradamente puesto sobre el ojo de su dibujo, pero de todos modos sonríe, soplando la vela.

Deseando que las cosas se queden para siempre así de felices.

|| 52 cumpleaños con Lou || [Traducción] (l.s) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora