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Cuando Harry cumple cincuenta y ocho, Zach está comprometido, y Michelle no le habla, así que la cena familiar es más que un poco incómoda.

Harry pasa la mayoría de la cena intentando sostener dos conversaciones diferentes y Louis pasa la mayoría enfurruñado en su silla.

- Nos reunimos para una cena familiar, para el cumpleaños de su papá, ¿no creen que podrían actuar como una familia? - Louis espeta finalmente a la mitad de la cena y Michelle pone sus ojos en blanco. En el momento justo, Thomas llora en el piso de arriba y ella arroja su servilleta a un lado mientras se apresura a salir de la habitación.

- ¡Al menos yo no tengo un bebé! – grita Zach y Louis se vuelve para mirar a su hijo.

- ¡Zach! – lo reprende y Zach suspira, echando su silla hacia atrás y saliendo de la habitación enfadado.

Harry mira los dos lugares vacíos en la mesa y suspira, masajeando su frente.

- Lo siento Hazza. – Louis susurra y Harry sólo sacude su cabeza, sonriéndole tristemente a Louis.

- ¿Cuándo nuestros hijos se pusieron tan viejos?

- Probablemente cuando nosotros nos pusimos viejos. – ríe Louis, desapareciendo dentro de la cocina

y regresó con un solo panquecito – Es tradición. – dice, cuando Harry pone sus ojos en blanco.

Harry se inclina sobre la vela y la apaga, deseando ser joven por siempre.

Pero ese deseo no sirve, cuando ya no eres joven.

|| 52 cumpleaños con Lou || [Traducción] (l.s) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora