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Cuando Harry cumple cuarenta y cuatro, recuerda la petición de Zayn e invita a Mary y a Edward, también a la familia de Liam y la de Niall, para una simple cena en casa.
Se siente bastante maduro, reclinado en una silla de jardín en el patio trasero, observando a los niños jugar con la nieve en el suelo. Se estremece cuando Zach cae de cara dentro de una pila y Harry se levanta para interferir antes de que comenzara un berrinche, pero Natalie, quien está resultando ser una joven bastante hermosa, le ayuda y lo entretiene con un juguete antes de que las lágrimas comenzaran.
- Mira cuán inteligente es mi hija, se parece a su madre. – le susurra a Liam, quien está detrás de él y tomando sorbos de su cerveza. – Y también físicamente. Va a ser toda una rompecorazones Liam.
Liam suspira y niega con la cabeza.
- No lo sé. Aunque la tuya también, ¿Michelle? Vas a tener que quitarle los chicos de encima a golpes.
A Harry particularmente no le gusta la idea de que su hija salga con chicos, así que esa tarde, cuando el pastel es presentado en frente de él, Harry deja su deseo en claro.
Desea que ningún chico se acerque nunca a su bebé.
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|| 52 cumpleaños con Lou || [Traducción] (l.s)
FanfictionCincuenta y dos velitas, cincuenta y dos deseos.