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Cuando Harry cumple sesenta y tres, Louis empieza a mostrar señales. Es más obvio en su cumpleaños, que nunca antes, porque Louis comienza a olvidar.

No es que olvide y luego recuerde, es que pasa todo el día sin siquiera reconocer el hecho de que su esposo tiene un cumpleaños.

Es sólo después de que Louis va a dormir que Harry se da cuenta de que verdaderamente ha olvidado y alcanza el teléfono y llama a Liam, quien propone la idea.

Harry se hace a sí mismo un pastel de cumpleaños, tarde esa noche, y pone las velas en él, sólo así puede desear el deseo más importante hasta ahora.

Está solo, de pie en la oscura cocina, mirando fijamente la llama parpadeante sobre el pastel apuradamente hecho y apaga la vela, deseando desesperadamente que Liam se equivoque.

Deseando desesperadamente que Louis no muestre señales de Alzheimer.

|| 52 cumpleaños con Lou || [Traducción] (l.s) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora