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Cuando Harry cumple sesenta y siete, Louis se había ido desde hace un poco más de un mes. Harry ha hecho lo mejor para mantenerse activo en su vida, pero la mayoría de lo que parece poder hacer esos días es vestirse y sentarse en frente de la TV en blanco.

Liam llama todos los días, sólo para revisar que esté bien, y Michelle y Zach se dejan caer por ahí más de lo necesario, trayendo comida y limpiando.

Sin embargo, les dice a todos no ir el día de su cumpleaños, no los quiere alrededor, y están de acuerdo después de convencerlo un poco.

Así que Harry despierta esa mañana y se visto como siempre, y entonces agarra las llaves del auto y va a la panadería a la que Louis y él siempre iban, devuelta a las mismísimas primeras etapas de One Direction, cuando compartían su primer apartamento juntos.

Y una hora o algo así más tarde, se encuentra en frente de la tumba recientemente marcada de Louis.

Cuidadosamente se agacha hasta estar sobre el piso y abre la caja con el panquecito, poniendo el pastelito en la lápida.

- Es tradición. – dice Harry, enjugando sus ojos cuando encuentra su encendedor en su bolsillo y enciende la vela.

Aprieta sus ojos y pide su último deseo de cumpleaños.

Desea reunirse con Louis antes de que su próximo deseo llegara.

|| 52 cumpleaños con Lou || [Traducción] (l.s) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora