6 de diciembre del 2018; 4:35pm.
Jimin intentaba sacar el auto del maldito agujero lleno de barro en el cual se había atascado. Golpeó el timón y bajó dándole un fuerte tirón a la puerta, observó nuevamente la goma trasera izquierda la cuál se había enterrado mucho más en el lodo. Suspiró y observó la carretera de tierra que tenía delante, estaba cerca, al menos podría llegar caminando a su nueva casa. Abrió el maletero y sacó la maleta, la dejó en el suelo y comenzó a caminar despacio mientras escuchaba música en sus auriculares.
En el lugar no se escuchaba nada más que los pasos del pelinegro y el sonido de las ruedas de la maleta rodar y chocar de vez en cuando con algunas piedras del camino.
Había demasiado silencio y eso era exactamente lo que quería el joven de veintitrés años.
Había comprado una casa a las afueras de la ciudad, lo separaba unos cuantos kilómetros del resto de las personas y para él, en esos momentos de su vida eso era perfecto.
Sonrió cuando vio la reja de la entrada de la casa frente a él y caminó un poco más rápido para llegar al Señor que se la iba a entregar. Observó la casa vecina y frunció el ceño, ¿no era la casa que había obtenido la única en el lugar? Se detuvo frente al anciano y hizo una reverencia.
— ¿Park Jimin? — preguntó él y el pelinegro asintió — Bienvenido, pase por favor.
El hombre abrió la puerta entregándole las llaves al nuevo dueño del lugar. Lo llevó por toda la casa enseñándole que todo estaba en orden y explicándole algunas cosas.
— Es usted muy valiente para mudarse aquí solo — comentó yendo hacía la salida.
— Creo que somos más valientes cuando permitimos que otros estén a nuestro lado.
— Vaya, un chico solitario — él anciano lo observó — Los chicos de hoy en día no suelen ser como usted, parece un chico distinto Jimin.
— Eso dicen muchos.
— Bueno, lo dejo.
El Señor avanzó hasta la entrada principal y cerró la reja luego de salir. Jimin suspiró al sentirse a gusto y se dispuso a cerrar la puerta pero antes echó un vistazo a la casa de al lado. Las personas ya no tenían imaginación, ¿por qué hacer dos casas idénticas? Incluso los decorados del jardín y el color de las paredes era igual, bueno... esperaba que los vecinos no fueran ruidosos.
Cerró y volvió a tomar la maleta para llevarla al cuarto que más le había gustado, era espacioso y tenía todas las comodidades.
El pelinegro tomó una larga ducha y luego se acostó para descansar, nada más poner la cabeza en la almohada cayó completamente rendido. Hacían días, más bien semanas que no dormía bien. Había estado teniendo insomnio desde aquel fatídico día.
De su mente no salía aquella catastrófica escena que sus ojos habían presenciado aquella noche, su cuerpo se retorcía cada vez que tenía esas imágenes en su cabeza de aquellos cuerpos masacrados, la sangre esparcida por todo el lugar y gritos retumbando en sus oídos.
Nunca debió salir esa noche, ojalá no hubiera salido esa noche.
Los ojos del chico se abrieron con pereza al sentir una extraña sensación, miró el reloj de la pared.
3:00am.
Cerró los ojos para seguir durmiendo pero pronto se dio cuenta de que no iba a ser posible, de nuevo ese frío en su espalda. Esa sensación de que algo malo iba a pasar, las imágenes de aquel chico con la boca cortada en forma de sonrisa, los demás con sus estómagos abiertos y sus órganos esparcidos por las losas blancas.
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Voice; pjm
Hayran Kurgu"Y recuerda, no sigas la voz" "No intentes encontrarla" "No intentes callarla" Voice; pjm [One-Shot] Publicado: 24-4-2020 Portada: @Jevbts