Después de los celos extraños que Jace le había mostrado, Alec estaba convencido de aquel amor que se tenían. Las dudas se habían dispersado así como los miedos. La pareja pasaba horas demostrándose su amor, cuando se trataba de entrenamiento a Jace le era imposible centrarse en los blancos por admirar el semblante serio tan sexy de su novio que tanto lo enloquecía.
Isabelle estaba enterada de todo finalmente, se burlaba de ellos estallando en risas cuando estaban mimosos, les hacía comentarios inapropiados sobre su vida privada dentro y fuera de casa e incluso hacía sonrojar a Alec preguntándole que tan bien besaba Jace.
Todo era más fácil con el apoyo de la chica de ojos oscuros pues para Alec, lo más importante en su vida eran sus hermanos. Max parecía divertirse con aquella relación amorosa desde el momento en que los descubrió besándose en los pasillos. Fue un momento extraño ya que las mejillas de Alec se llenaron de un color rosado y su corazón palpitaba como una bomba. Jace intentó negarlo todo, pero la cosa era más que evidente.
-Debieron decirme que se amaban.- Había dicho el niño con una pequeña risita.- Pero eso ya lo sabía. Ustedes se ven muy bien juntos, además son mis personas favoritas en este mundo.
Fue hasta ellos y los abrazó con mucha ternura.
-Maxie, solo que no se entere nadie ¿sí?- le dijo Jace con tranquilidad.
-Es nuestro secreto de guerreros, no te preocupes hermano.
El más pequeño de los Lightwood se alejó de ahí dando pequeños saltitos hasta desaparecer en la lejanía del pasillo.
Alec miró a Jace con curiosidad para entender cómo se sentía en aquel momento, éste le sonrió de forma sexy mientras le besaba de nuevo.
-Hasta nuestro hermano lo entiende, tú eres el único terco aquí Alec Lightwood.
-Lo dices porqué has tenido novias por montón, yo apenas si sé que es amar cuando te miro.
-No hay nadie que se compare a ti, Alec. Ni en los besos ni en la cama.- el chico rubio besó su cuello aún aprisionando el cuerpo ajeno en la dureza de la pared.
El ojiazul se estremeció con aquel contacto mientras las sensaciones que recorrían su piel se intensificaban. La puerta de la habitación más cercana aún estaba más allá de la luz del pasillo. Alec se zafó de aquellos brazos que le mantenían inmóvil y lo jaló hasta un lugar más privado.
Una vez que estuvieron dentro, Alec tomó iniciativa al tocar la entrepierna de su chico. Sintió como el cuerpo ajeno se estremecía mientras un pequeño gemido brotaba de esos carnosos labios. Lo besó con la mayor ternura que pudo mientras sonreía pegado a sus labios.
-Ese es el Lightwood de ojos azules que me gusta.- susurró el de cabello rubio mientras pasaba las manos debajo de la oscura camisa que portaba el otro nefilim.
Eran una pareja interesante. Aún mantenía la conexión parabatai por ello no causaba sospecha que se pasaran el día juntos de un lado a otro. Seguían con sus actividades rutinarias: entrenamiento, expediciones, caza de demonios, pero en cada una de ellas se podría decir que los besos o caricias eran constantes.
La figura salvaje de Jace se suavizaba cuando estaba con el ojiazul, se volvía romántico, tierno y dócil. Alec por el contrario siempre estaba tomando la iniciativa o le robaba uno que otro beso cuando se descuidaba. Tocaba partes del cuerpo de su novio que no habría hecho con otra persona. Era él quien incitaba a pasar las noches juntos en donde fuese que estuviesen. Siempre era él y eso hacía la relación más interesante.
-El Alec tímido que conocí se ha ido.- le susurró Jace al oído mientras besaba debajo de su cuello.- Este me gusta más…
-Este es el que has hecho tú al amarme.- corrigió mientras le desabrochaba el cinturón que llevaba.- Es extraño Jace Herondale, pero cada día que pasa me enamoro más y más de ti.
El aludido sonrió mientras abordaba los labios de su chico mordiendo suavemente estos. Se sintió complacido por aquellas bellas palabras antes de tumbarlo en la cama.
-Lo mismo digo Alexander Gideon Lightwood y puede ser que dentro de muy poco, te ame para no dejarte ir nunca.
Sus labios se conocían a la perfección, así como cada uno de los mensajes que podían enviar a través de ellos. Había deseo, pasión, amor y ternura a la vez. Ellos dos se daban todo con ese ligero rose…
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(Fic Jalec)
FanfictionEn algún momento de su vida Jace se da cuenta que comienza a sentir algo por su parabatai, Alec Lightwood. Ninguno está comprometido por otra relación ni mucho menos quieren dejar pasar lo que está surgiendo entre ellos. Para Alec es difícil acepta...