Trece.

2K 136 12
                                    

El mes de enero había llegado más rápido de lo que Alec esperaba y con ello, el cumpleaños número dieciocho de Jace estaba próximo.

Como Jace era la primera relación que Alec sostenía formalmente, no tenía idea de que hacer para celebrar la mayoría de edad del muchacho.

A decir verdad, se estaba rompiendo la cabeza al pensar que regalarle. Era complicado encontrar un buen obsequio para Jace , después de todo ¿qué le das al nefilim más sexy del mundo?

Isabelle decía que cualquier cosa estaría bien si se daba con amor, pero no quería que la aceptara sólo porque estaban saliendo. Quería algo especial, algo que nadie más le pudiera dar.

Descartaba todas las cosas mundanas que se vendían en las tiendas del centro de Nueva York; pasaba una y otra vez por ellas pensando que quizá, algo bueno habría en ellas, pero obviamente nada llenaba sus expectativas.

Últimamente , Jace no le dejaba ir a ningún lado sin él o lo quería metido en la cama a todas horas sin importarle los deberes que les correspondían. No era malo tener al rubio desnudo constantemente, pero Alec comenzaba a asustarse.

Por lo que sabía, él era el desconfiado y celoso ,no su novio. Pero su relación era tan diferente a todas que nada se sentía predecible.

— Tierra llamando a Alec, tierra llamando a Alec.— susurró una voz femenina.

Isabelle lo miraba con impaciencia.

—¿Escuchaste algo de lo que dije, Alec?— preguntó exasperada.

—No, lo lamento.

—¡Por el Ángel! ¿Sigues pensando que Jace está raro?

—Sí. No te das cuenta ,pero así es.

—Alec, te aseguro que no es nada importante. Sólo pasa por la típica etapa del "sueño de romance adolescente".

El ojiazul levantó una ceja confundido. El término que su hermana había ocupado era cosa de chicas.

—Él cree que está soñando. Qué su relación contigo no es real y va a desaparecer en un descuido.—explicó la chica.— Pasa en todas las relaciones que van de maravilla.

—¿Entonces es normal?

—En absoluto,hermano. Se le pasará.

Alec suspiró y le preguntó si la fiesta de Jace ya estaba lista.

—¡Eso mismo te he dicho cuando te perdiste en tus pensamientos! —chilló Isabelle.— Todo está listo, será la mejor fiesta que haya tenido.

El de cabello azabache se relajó. Esperaba que su novio tuviera el mismo entusiasmo que su hermana ante aquel cumpleaños.

Entre aquella charla, se fue el día entero. Cuando Alec subió al segundo piso del Instituto, se tropezó con Jace cuando éste que salía de la sala de entrenamiento. Su playera negra se le pegaba al cuerpo por el sudor, sus labios brillaban bajo la escasa luz que le pegaba. Estaba muy sexy...

Y también, muy deseable.

El rubio le vio de inmediato y lo tomó entre sus brazos para aproximarlo a su cuerpo. Ahí en el pasillo, lo pegó a la pared y besó sus labios con exigencia.

Fue un beso largo así como feroz. Cuando se separaron, Jace miró a su chico añoranza.

—Me abandonaste— Le dijo haciendo un puchero— Nisiquiera supe en qué momento te fuiste.

— No me iba a ir si te despertaba. Me tienes cautivo en tu habitación últimamente.

—Eres mío, Alec Lightwood. Puedo tenerte en mi habitación por la maldita eternidad sin aburrirme de ti.

—Sabes que yo opino lo mismo, pero soy responsable del Instituto en ausencia de nuestros padres.

Jace suspiró mientras le acariciaba el pecho sobre la camisa: —Mi novio el responsable.

—¿Quién más si no soy yo?—respondió divertido el ojiazul.

—¿Te estoy asfixiando mucho?—preguntó el de ojos dorados con tono triste.— Parezco adolescente hormonal...

—No lo estás haciendo. Me gusta saber que te parezco irresistible.

Jace rió mientras lo jalaba hacia su habitación.

—Entonces ¿Te molesta si te llevo a la cama tan temprano?

—En absoluto, también pensaba hacer lo mismo. —le dijo Alec.

—Me alegra , porqué quisieras o no iba a hacerlo aún así.

Fueron hasta la habitación, hicieron lo suyo y se deleitaron el uno con el otro.

Alec delineaba los labios de Jace con sus dedos mientras éste estaba sobre su pecho.

—Me alegra cumplir dieciocho después de todo.

—¿Cuál es el motivo?

—Ya voy a poder ir contigo a las expediciones, iré a Idris sólo... Te cuidaré más fácil.

—Siempre me estas cuidando, Jace.

—Ahora es diferente, eres la persona que más amo en el mundo.

—Sigo siendo tu parabatai. — agregó Alec.

—Y también mi primer amor. Eso lo cambia todo.

Alec sonrió ante aquello. No sabía que era estar enamordo hasta que miraba a Jace ahí junto a él mirándole con adoración.

Y si el amor superaba todo, el lucharía por eso.

(Fic Jalec)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora