Capítulo 19: El Inframundo Vex

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Icaro y Zuri mantenían silencio mientras su nave surcaba el vacío en dirección a Venus, Nayla ya no los acompañaba porque hace poco había conseguido su propia nave y al principio se había sentido algo solitario pero se había acostumbrado, pero ahora ciertamente lo que necesitaban era algún tipo de distracción, ninguno de los guardianes a dicho nada desde que despegaron y ahora solo podían compararse a una marcha fúnebre. El ambiente animado y festivo que tenían hace tan solo unas horas parece una mentira ahora, y Icaro no podía dejar de observar las estrellas que pasan a gran velocidad por la ventana de su nave; con la historia de fondo no es raro sentir que esto es una misión suicida aún con toda la información con la que cuentan.

-La espera en serio es lo peor- Dijo Icaro en un suspiro queriendo acabar con el sepulcral silencio.

-Supongo que los nervios son el peor enemigo ahora- Respondió Zuri en autocritica.

Icaro la veía fijamente por unos segundos, quería preguntar sobre su opinión sobre lo que sucedería a partir de ahora pero solo sería como escupir al cielo.

-Hemos tenido un buen viaje lucecita- Dice el hechicero con bastante calma y paz con una sonrisa. Era una despedida, sin duda, pero lo mejor es decirlo ahora que suceda lo peor y no poder hacerlo con tanta tranquilidad y con una sonrisa en el rostro.

La espectro mantuvo el silencio mientras veía hacia abajo como si estuviera cabizbaja.

-No me obligues a despedirme- Responde Zuri después de unos pocos minutos, era como la protesta de un niño pequeño pero también había un poco de dolor en su voz.

El hechicero sólo ve al espectro en silencio unos segundos para luego tomarla con la mano y colocarla cerca.

-No digas nada- Dijo Icaro con voz baja y luego ambos se quedaron en silencio hasta que llegaron a Venus.

Debido a que lo vex dominan gran parte del planeta son pocos los lugares donde aterrizar sin peligro a ser derribados, por lo que tendrían que caminar unos kilómetros hasta su destino, al aterrizar solo intercambiaron palabras puntuales y siguieron sus caminos en silencio. Zaya y Icaro caminaban uno al lado del otro y existía ese deseo de unir sus manos al menos hasta llegar a la cámara pero ambos respiraron hondo y simplemente se contentaron con la cercanía. El camino a la cámara los lleva a través de una espesa selva y eventualmente hacia ruinas vex. Enormes monolitos pálidos forman inmensas estructuras geométricas, pero lo más perturbador es que no están cubiertos de liquen y musgo como debería ser normalmente, más bien están cubiertos de algas que se pueden conseguir en el fondo marino y más importante aún es que esas algas tienen gran diferencia de edad y períodos según el análisis de los espectros.

Para Icaro este es un frío recordatorio del Jardín Negro, y mientras más se adentran en esta ciudadela más parecido se ve al jardín de marte, incluso la vegetación sufrió un cambio radical en este lugar.

-Estos cambios tan extremos en el bioma es realmente antiguo, la vanguardia aún no descubre el por qué pero debido a que los vex vigilan este espacio con tanto celo no se puede descubrir mucho- Explicó Obsidian al lado de Nayla.

-Pero si este lugar es tan vigilado ¿por que no hemos encontrado ni un vex aún?- Preguntó Moira mirando a su alrededor.

-Supongo que es por que aún no nos consideran una amenaza- Respondió el espectro con cierto nerviosismo.

Los guardianes continuaron adentrándose más en la ciudadela sin encontrar vex, lo que sí encontraron a montones fueron puertas de teletransporte desactivadas, si estas puertas estuvieran activadas quien sabe cuántos cientos o miles de vex podrían salir de ellas.

-Esto no me gusta, estaría mucho más tranquilo si viera a esas máquinas merodeando pero no hemos visto ni una hasta ahora- Dijo Hawk sosteniendo su arma con fuerza de mal humor.

Destiny: Una Luz en la  OscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora