Pergamino 30

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Pov. Natalia

" No quiero presionarte, ésa nunca ha sido mi intención y mucho menos que te sientas incómoda conmigo.
Sé que mis sentimientos podían no ser correspondidos pero no quería seguir ocultándolos, eres parte de mi vida y estaré bien aunque lo único que puedas ofrecerme sea amistad".

El ave sigue esperando pues no me he decidido si contestar o no, después de dejar a Konan en Konohagakure me fui como alma que lleva el diablo.

Tal vez no fue lo mejor pero tampoco sé que responder pues ni yo entiendo mis propios sentimientos. No sé si lo quiero o si estoy agradecida por todo lo que ha hecho por mí.

Aprecio a Neji pero ahora tengo algo más para proteger y no estoy segura de si todo funcionaría. Suspiro y decido mandar al ave sin respuesta alguna.

Usami vuelve a llorar y entro al cuarto para calmarlo, a diferencia de Seijun, él nunca se duerme o se calma con Tita, ni idea del porqué. Cuando entro su mamá sigue dormida, su hermana también está durmiendo y cargado en brazos me lo llevo para otro cuarto.

Él estuvo a punto de morir por mi culpa, tenerlo sano me alivia tanto el corazón. La guerra está a la vuelta de la esquina y por lo que veo Tita está dispuesta a participar, por ella y por sus hijos.

Desde hace tiempo yo había guardado energía para curarlos en cualquier tipo de inconveniente, era muchísima, tanta que creí que estaba exagerando pero al ser prematuros los mellizos la consumieron por completo.

Todavía nos queda tiempo para ponerlos a salvo, para prepararnos nosotras y salir a la guerra, "Tal vez deberías amarrarla para que no vaya" "Aunque tenga que usar los dientes para desatarse irá".

Y luego yo soy la testaruda.

                                  🌊

Hace horas que la isla aterrizó cerca de la orilla, Ōnoki se alejó y eso sólo puede significar el inicio de todo éste embrollo, si todo sale bien el veneno en el cuerpo de Yamato debilitará a los Zetsu y los hará perceptibles a cualquier ninja sensor que esté cerca.

— Ya va a empezar ¿cierto?—.

Tita se queda en el marco de la puerta, se ve mucho mejor y ya hasta se puso su ropa de siempre. La banda de Konoha brilla con la luz y asiento entrando al edificio dónde nos quedamos.

— Empiezan hoy, por lo que sentí ya están formando las divisiones —.

— ¿En cuál estaremos nosotras?—.

— ¿Sigues en pie con lo de participar? Te puedes quedar aquí, no importa cómo pero los protegeré si pasa algo—.

— Iré y no voy a cambiar de opinión, he pensado que tal vez con mi Mokuton podramos disminuir los daños del Jūbi—.

— Hiruzen se encargó de que lo aprendieras casi todo pero ¿segura que estás en condiciones?—.

— Muy segura—.

— ¿Están dormidos?—.

— Profundamente —.

Desato a Harusame de mi cintura y la desenfundo, la pongo enfrente de Tita y agarro su mano izquierda. Del mango sale una espina y la sangre se desliza por ella, Tita no se sobresaltó y mira con curiosidad todo.

— Quedate con ella, tú no la podrás empuñar como tal pero te protegerá tan bien como yo lo haría —.

— ¿Cuál es el plan?—.

— Debido a que heredaste gran parte del potencial que tenía el Primero, tú irás con Naruto y B para enfrentar a Obito—.

— Deberíamos hacer algo con la Cuarta División, nunca se sabe cuando podríamos necesitar a tanta gente —.

El camino continúaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora