Pergamino 29

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Pov. Martha

Ha pasado un mes desde que llegamos a la isla, estoy en el séptimo del embarazo y aunque use capas el vientre se nota. Natalia suele hacerme chequeos, por mí y por ella.

No me lo ha dicho pero creo que ella necesita comprobar la salud de uno de mis bebés, el que estuvo a punto de morir aquella vez que peleamos con Danzo. Nunca admitirá lo mucho que aún le preocupa que su corazón se detenga o que nazca mal.

Tengo una extraña confianza en que todo saldrá bien, se lo he dicho pero muy en el fondo sé que ella no estará tranquila hasta tenerlo entre sus brazos. Su padre no estará con ellos pero Nati sabrá llenar ése vacío, así se tenga que vestir de hombre para lograrlo.

No es lo que me imaginaba que sería mi familia pero estoy satisfecha, casi no salgo de mi habitación por temor a que Naruto llegue en cualquier momento y me vea.

Natalia logró poner a salvo a Konan y dejo una réplica de ella en Amegakure, la réplica que peleará con Obito y la que se encargará de que no sepa que Nagato sigue con vida.

Y hablando de Obito... Natalia me confesó lo que hizo en el País del Hierro, hasta ahora no ha habido ningún contratiempo con ése hombre pero ambas sabemos que sólo es cuestión de tiempo para que nos encuentre.

—Hey Tita— Nati entra susurrando al cuarto — He visto un barco aproximarse a la orilla, estoy segura de que en el viene Naruto—.

— Eso es un 'ni salgas de la habitación — .

— No del todo, necesito de tu ayuda para atrapar a Kisame—.

Cuando Natalia despertó el Tenseigan su parte sensorial se restauro casi por completo, de alguna forma ella puede sentir a Kisame en Samehada, habla de que la esencia de su chakra es diferente o algo así, pero últimamente se ha obsesionado con que no tengan información de nuestro paradero.

— ¿Le quitaremos el pergamino con la información? —.

— No, sólo quiero comprobar que no tenga nada sobre nuestra ubicación —.

— Pensé que no querías que tuvieran información de la Alianza—.

— Claro que no, si tienen la información irán confiados de sus estrategias, pero nosotras ya sabemos que harán y neutralizar sus ataques—.

— Conozco ésa mirada de psicópata, ya planeaste algo—.

— En vista de que no podremos participar debemos hacer lo posible por ayudar desde la distancia —.

— ¿Cuál es tu plan?—.

Suspiro resignada y Natalia sonríe como gato, he intentado convencerla de que ella vaya a la guerra y ayude lo más que pueda pero no quiere.

Hemos entrenado para matar el tiempo, si no fuera por mi condición yo iría con ella. Ahora tengo una razón para buscar la victoria de Naruto y quiero ayudar lo más que pueda.

Natalia me ha enseñado a utilizar el modo sabio, unas marcas rojas se dibujan en mi rostro cuando lo utilizo aunque sigue siendo imperfecto, no puedo hacer mucho en mi situación.

Ella aún sigue reacia a utilizar el Tenseigan pero por mi sugerencia ha aprendido a controlar fuerzas de atracción y repulsión. Nos estamos preparando por si les da por invadir la isla en la que estamos.

— Quiero envenenar a Yamato—.

— ¿Es broma verdad?—.

— ¿Tengo cara de payaso?—.

Quiere soltar una carcajada pero su mirada parece determinada... No puede ser está hablando en serio.

— ¿Por qué harías eso? —.

El camino continúaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora