dieciséis

33 4 1
                                    

Creo que no entendí haz mi carácter indiferente.

Pero... no comprendías casi nada de lo que te rodeaba. ¿Por qué debía preocuparme por tu mirada extrañada cuando querías besarme?

Ahora, cuatro años luego, lo entiendo.

Debí preocuparme.

Por supuesto que debí hacerlo.

Para el niño de mis ojos© (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora