Backpack

"Hacer el amor"

Justin acariciaba ahí abajo de ella mientras que Tris se retorcía riendo del placer y cosquillas que causaba. Justin subió para mirarla a los ojos y la besó en los labios, ella respondió torpemente pero luego se puso a su altura. 

-Oh Justin -soltó una risita cerrando las piernas y riendo casi con vergüenza. 

Justin rió con ella y tomándole una pierna a su alrededor, volvió a acariciar ahí, donde nunca nadie la había acariciado. 

Ella soltó un suspiro de placer y cerró los ojos sintiendo el inmenso placer que causaba el tímido masaje de Justin. Cuando presionaba más de la cuenta, ella reía suavemente por las cosquillas. 

Justin le empezó a besar el cuello suavemente. Ella se dejó hacer soltando suspiros de alivio y placer. Mantenía los párpados cerrados y las manos apretadas en puños. Justin le tomó una de las manos y la entrelazó con la que tenía libre dejando todo su peso encima de ella. 

-¿Peso mucho? -preguntó él dejando besitos en su cuello. 
-No -ríe ella-. Sigue. 

Y él obedece ciegamente a la petición sintiendo los dedos de los pies de ella doblados. Tris abre los ojos y mira hacia la ventana... Sigue siendo noche y le da miedo que no vuelva el sol. De pronto se pone muy triste por Daraes, echa de menos su ciudad sitiada, aunque vivir en la tierra estaba bien... Daraes no tenía precio. 

-Oh -ríe ella al ver lo húmeda que está-. Desde que te vi me pasa esto -y vuelve a reír. 

Sin embargo, Justin se detiene ante tremenda confesión. Si supiera que se siente inútilmente atraído por ella... 

Justin la mira un rato para dar paso al molesto ruido de su teléfono. Trisdal da un respingo y mira a todos lados en actitud defensiva. 

-Tranquila Trisdal, es sólo un teléfono -dice Justin para contestarlo-. ¿Hola? 
-¡Maricón! -grita Scooter Braun-. ¡Grandes noticias! -Justin presiona el teléfono conteniendo la rabia.
-¿De qué se trata? 
-¡Te conseguí una entrevista con un tipo de la discográfica! 
-¿Qué dices, en serio? -preguntó sin poder creerlo.
-¡Sí! Es el jefe de jefe de Records Machine. Y quiere ver si es verdad que has cambiado tanto como para volver a tener fama de niño bueno. 
-¿Es la discográfica de...? 
-Sí, de Taylor Swift y millones de artistas más. Ahora, escucha bien que te lo repetiré solo una maldita vez. 
-Justin -dice Tris-. ¿Quién es? 
-Shhhh -dice él-. Si Scooter, dime. 
-La carpeta que te di en la reunión. Es muy importante que la traigas porque ahí tenemos todo tu historial de éxitos, ya sabes, premios, discos de oro o platino, seguidores en redes sociales, discos sacados y las ventas, etc. Así que es muy importante que esa carpeta la traigas intacta, ¿Está bien? 
-Sí, sí, todo bien.
-Prácticamente tu asquerosa vida depende la carpeta. Así que te espero dentro de dos días en el Hotel Palace a las nueve y media de la noche. Puntual, por favor. 
-No te preocupes. 
-En fin, que disfrutes de la prostituta. 

Y cuelga. Trisdal lo mira con curiosa inocencia.

-¡Tengo trabajo! -sonríe Justin. 
-¿Sí? -sonríe ella-. ¡Me alegro! 
-Gracias Tris.

Y vuelve a besarla con intensidad. Ella responde y ríe cuando él acaricia el interior de los muslos con esmero y suavidad, delicadeza ante todo. 

Y Justin está tan feliz que no mide lo que hace. Empieza a quitarse la ropa entre besos suaves a los labios de Tris. Ella se queda un momento acariciando sus brazos y sus tatuajes. 

-Que bonitos -sonríe ella-. ¿Son marcas de piel? 

Justin ríe ante la pregunta y Trisdal lo mira sin entender. 

-No, se llaman tatuajes. 
-¿Tatuajes? -acaricia el del tigre en el brazo-. Me gustan mucho Justin. 

Y empieza a dejar besitos por toda la zona manchada de tinta negra permanente.