"Somos Completamente Felices"

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Ya tengo 73 años y la gente sigue pensando que soy homosexual. Tal vez nunca me haya casado, tal vez nunca haya tenido una relación publica al mundo entero, tal vez nunca mostré interés por alguna chica... Pero estaba asquerosamente enamorado.

De nada más y nada menos de Trisdal.

Recuperé mi carrera. Hice un nuevo disco, inspirado en felicidad, amor, una sola pelea, y mucho positivismo... Intentando transmitir al publico lo que irradiaba Trisdal, mucho amor.

Las fans gritonas volvieron, ahora estaba más que entregado a ellas. Mis Beliebers son lo mejor, aunque ahora estén casadas y tengan hijos que probablemente lleven mi nombre... Sé que ocupé un gran espacio en su corazón.

Mientras leía una y otra vez el maldito libro que Trisdal se había leído hace años porque no quería pasar de pagina por miedo al futuro, por miedo a la historia, a nuestra historia.

Es emocionante retroceder en esta historia y ver cómo empezó. Un Justin arruinado por la presión, los paparazzis, las drogas, las prostitutas, por el corazón roto... Y ahora ver a este: lleno de vitalidad, aunque con el cuerpo indispuesto... Estaba más que vivo.

Había hecho tanto en mi carrera y en mi vida que no entiendo cómo es que podía ser verdad. Gané miles de premios con mis canciones, tuve más de un Grammy, me dieron otro Diamond Award, he hecho amistades increíbles, volví con Usher, Scooter olvidó las diferencias y por fin volvió a ser mi manager.

Pero lo más importante fue el amor. El amor de las fans era incondicional. Bajar la mirada y ver tantas sonrisas no era un juego... Era pura felicidad y esperanza. Así que cambié algo... Ya no era la OLLG, ahora era yo el que bajaba del escenario y ellas cantaban conmigo haciéndome el tipo más feliz del mundo.

No podían tocarme, pero yo si podía tocarlas a ellas, por lo que caminaba entre pasillos improvisados por los guardias e iba a tocando las manos, dando besos en las mejillas mientras cantaba todo el estadio conmigo. Era un momento muy especial en el que solo conectábamos ellas y yo.

Ahora estaba aquí, con las lágrimas queriendo empaparme los ojos... Me retiré a los sesenta años por el simple hecho que ya creía que era muy tocapelotas el Justin Bieber del pelito que canta... Qué tiempos. Ahora solo me dedicaba tiempo a mi, a Trisdal, a los libros, al dinero...

Miraba los cuadros privados que tenía colgados. A Trisdal con Bizzle, a mi con Trisdal, los tres juntos... Mi madre, mi padre, el crew, mis fans... Todas eran memorias que... Que ahora solo podían hacerme llorar.

Mis vídeos de Youtube se perdieron entre la media, han venido nuevos cantantes y jóvenes que han revolucionado la nueva generación y que me hayan dicho que yo, Justin Bieber anciano de setenta y tres años, ha sido su inspiración durante todo este tiempo... No tiene precio.

Os estaréis preguntando qué ha sido de Trisdal. Bueno... Cuando yo tenía cuarenta, Trisdal murió. El mundo la mató. Un día se puso muy enferma y no podía llevarla a un hospital... Ella se acostó al lado mío diciendo lo mucho que me amaba y lo orgullosa que estaba de mi...

Y no volvió a despertar.

La princesa de Daraes había cerrado los ojos para siempre.

Todavía recuerdo cuando se metió a mi mochila y me la llevé al estudio y estuvo horas escondida hasta que necesité el portátil y sorpresa, estaba sonriente como siempre.

De ahí, pasé a llevármela a los conciertos en la mochila. Luego tomaba mi jet privado y nos íbamos a cualquier sitio de Estados Unidos, y luego... Al mundo entero.

Desde Miami hasta la Patagonia, de Tokio a Italia, de Venezuela a España, de Egipto a Grecia... ¿Había un lugar en el mundo en el que no le haya hecho el amor? Lo dudo, y mucho.

La gente veía raro que con treinta años seguía llevando la misma mochila siempre, explicaba que tenía un significado especial pero nadie me entendía, porque no lo han vivido como yo lo viví.

El día de su muerte, algo me dijo que ya era el fin... No sé qué pero Trisdal ya no iba a seguir viva. No dormí durante toda la noche, la abrazaba mientras ella dormía plácidamente y respiraba cada vez menos.

Lloré durante muchísimo tiempo, me desahogué pero por otra parte estaba feliz porque Tris... Tris vivió lo que es el amor verdadero y me importaba un comino que no estuviera en su casa, porque ella me dijo que su hogar estaba aquí, conmigo.

Bizzle murió tres años después de perder la pata. Así que le compré otro que adoró más o igual que Bizzle, adoptamos a una niña.

Tris no sabía qué hacer pero con mi ayuda y mi cariño, salimos adelante. Ahora la pequeña Jazzy vive en Europa, Holanda para ser precisos, y no sabe que Trisdal la crió, ni siquiera sabe quién es Trisdal pero siempre estaba ahí, brindado apoyo y amor a esa niña.

Yo ya soy un perro viejo, que la verdad, piensa que debió vivir hasta los cincuenta, he vivido 23 años de más y estoy aquí, esperando, pensando, agradeciendo a Tris por sacarme del agujero.

Ahora estoy aquí, sentado con el libro en la mano, mirando a la ventana, gente caminando, parejas de la mano... Y pensé en Jazzy... La preciosa y divina Jazzy... No sabe quién la crió, ni siquiera vio a Tris pero yo...

Yo si la vi y viví con ella. Que mala suerte tiene la gente normal y que afortunado fui yo.

Porque Trisdal... Trisdal siempre fue, es y será mi único futuro.

Tris... Si oyes esto, que sepas que te amo más que a nada en el mundo, y a pesar de dejarlo todo por mi... Estoy tan agradecido de que te hayas quedado en mi mochila para siempre. Te amo.

Fin.

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