Capítulo 8: Carmensoriano, todo junto

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Seguramente me conozcáis de oídas. Laura siempre me está nombrando cada dos por tres: Carmen Soriano esto, Carmen Soriano lo otro... ¡Qué pesada! Pues sí, yo soy Carmen Soriano. La misma Carmen Soriano de la que habla en sus relatos. Todo el mundo me conoce con este nombre, Carmensoriano, todo junto. Soy como esas famosas de la tele que solo son conocidas por su nombre y apellidos: ¿Acaso alguien reconocería a Pepa Pig si fuese solo Pepa? ¿O a Elsa si no le añadiéramos detrás 'De Frozen'? ¿O a Edurne sin decir después 'De Got Talent'?

Supongo que todo el mundo me conoce por ese nombre porque soy popular. Un poco más popular que Laura García soy, eso por supuesto. Pero a veces me disputo ser la líder del grupo con Olivia Pérez. Ella siempre cuenta milongas para destacar: "Mis padres se van a separar", "a mi hermano lo van a llevar a un centro de menores", "este año pasaré las vacaciones al lado de donde veranean las Sweet California", "¿os he dicho ya que mis padres se van a separar?", "un día subí a la casa de las monjas... Y hasta aquí puedo leer".

¡Todo mentiras! Intenta ser como yo, porque mis padres sí se han divorciado y mi hermano está en un internado para chicos con mala conducta. No veraneo al lado de las Sweet California, pero la casa de Mallorca de Luis (el marido de mi madre) sí está cerca de la de Rafa Nadal. Además, cada verano nos encontramos a un montón de famosos. La última vez que estuvimos vimos a Paula Echevarría. Yo empecé a decirle a mi madre "¡Mamá! Es Paula", como si la conociera de toda la vida. Me acerqué a ella, que estaba posando para una foto que le estaba haciendo su novio con el móvil.

YO: ¡Paula! Soy súper fan, de mayor quiero ser como tú.

PAULA: ¿Bloguera?

YO: No... Actriz.

PAULA: Ah, es verdad... ¡Pues mucha suerte, cariño! Como me dijo una vez Amaia Salamanca: ¡Estás más mona que yo!

Al final parecía que era ella la que se quería hacer la foto conmigo. Felicitó a mi madre por llevarme tan bien vestida y le preguntó de dónde era el conjunto playero que tanto le había gustado, porque quería comprarle uno igual a su hija, que ese día debía estar con su padre. Entre Paula y mi madre hubo un buen rollo tremendo, supongo porque las dos están divorciadas (mi madre le saca ventaja, 2 a 1 divorcios). Mi madre le dijo que, además de una niña bien vestida, me sacaba muy buenas notas. Paula me sonrió y nos despedimos.

Como saco muy buenas notas, mi madre no se preocupa mucho por el tema colegio. Apenas conoce a Ángel, mi tutor, solo recuerda que es guapo y que un día le preguntó dónde se había hecho la ortodoncia para tener "semejante sonrisa". Ella dice que podré ser lo que quiera ser, porque tengo la inteligencia suficiente para ello. Como puedo ser lo que quiera ser, he decidido que me encantaría encantaría ser actriz, como Rocío, la hermana de Laura. Me cuenta que está harta de ella, que desde que volvió de Madrid por el coronavirus se ha quedado con su espacio, con su tablet, con la atención de sus padres... Cosas de hermanas, supongo. Yo con mi hermano no discuto, porque pasa mucho tiempo en el internado y cuando sale se va a casa de su padre, que no es ni el mío ni Luis, el marido de mi madre. Como me dijo un día Miss Caroline la de inglés, con mi familia se podría escribir una temporada de 'Modern Family', esa serie sobre familias modernas.

¿Pero queréis que os diga la verdad? Ser moderna está bien, pero a veces me gustaría serlo un poquito menos. Habría preferido pasar el encierro con Laura y con su familia, por mucho que ella se queje de ellos. En un mensaje que me mandó a escondidas por Instagram me dijo esto:

Carmen, estoy fatal. Me aburro como una ostra. Por eso le cogí prestada la gata al vecino. Resulta que mi madre es alérgica a los gatos, no veas cómo se puso... Ahora estoy castigada, así que no puedo contarte mucho más. Estoy preparando el cumpleaños de mi madre, para que me perdone. Te dejo, que ya viene Rocío a por mi tablet.

A veces Laura hace cosas sin sentido. ¿Para qué robar un gato cuando tienes una hermana mayor? Un día que fui a su casa, me quedé asombrada cuando la vi salir de su habitación. Rocío es alta, tiene un melenón, uñas postizas y largas... Y encima estudia para ser actriz, como yo en el futuro. Es mi ejemplo a seguir, vamos. Decidí ser actriz cuando fui con Laura a ver a su hermana actuar en una obra que hizo con otros alumnos del colegio. No entendía nada, pero lo hacía tan bien...

Laura tampoco valora la suerte que es poder organizar el cumpleaños de tu propia madre. Para el cumpleaños de mi madre yo no pude decidir nada. Ni siquiera estuve invitada. Mi madre y Luis montaron en casa una fiesta de disfraces y a mí me mandaron con mi padre porque me "tocaba" pasar el fin de semana con él. Digo me "tocaba" porque yo creo que lo organizaron todo para deshacerse de mí y poder hacer una fiesta en condiciones sin tener que preocuparse por si me dormía pronto o no. Mi madre se disfrazó de Madonna, de la época en la que llevaba dos conos como sujetador, y Luis de Luis Miguel "antes de...". No sé más de aquella fiesta en la que solo faltaba un cartel que pusiera "prohibidas las carmensorianos".

También me encanta su abuela, Mari Cruz. Vive con ellos, como en las películas. A mí me fliparía que mi abuela Sole (la madre de mi padre) estuviese con nosotros. ¡Ella sí que es moderna! Conduce, lleva tres o cuatro pendientes en cada oreja y usa vaqueros. Pero se lleva a matar con mi madre desde que se divorció de su hijo. Mi madre dice que eso no es verdad, que se llevan a matar desde mucho antes. Desde que se casaron, para ser exactos. Mi otra abuela, Pilar (la madre de mi madre), está muerta, por mucho que mi madre se empeñara en decir que "está de viaje", así que sólo puedo hablar con ella mirando al cielo y juntando las manos como nos han enseñado en el colegio.

Laura no será más popular que yo ni tendrá una casa con piscina, vale. ¿Pero a quién le hace falta una piscina en abril? Lo que sí hace falta es poder estar con gente, volver al colegio cuanto antes. Pero Marián, la mujer que trabaja en mi casa, me ha dicho que me vaya olvidando de volver a clase y que me acostumbre a mi propia compañía, porque no voy a poder juntarme con otros niños hasta dentro de "mucho, mucho tiempo". ¿Todavía más?

Por las mañanas, a veces salgo al jardín. Me hago fotos con el móvil que me regaló mi madre para tenerme localizada, pero a la que hace cinco ya me he cansado. Me pongo a dar vueltas por la casa como si estuviese jugando al "escon-pilla". También acabo dejándolo al poco rato porque si yo me escondo, nadie me pilla. Hago los deberes que mandan por la Plataforma del colegio, pero eso no es nada emocionante. Paseo a mi perro Ron cuando Luis no se adelanta. Voy a mi habitación y cojo un libro de Gerónimo Stilton, pero ya me sé la saga de memoria. Así día tras día desde que comenzara esta cuarentena.

Luis y mi madre no lo estaban pasando tan mal como yo. Mi madre me dijo que a Luis le venía muy bien este tiempo porque durante el resto del año está viajando de aquí para allá. Es verdad, a veces nos pasamos semanas sin verle. Esos días son los que mi madre me presta más atención. Pero una vez Luis ha llegado de París, Shanghái o Papúa Nueva Guinea, de mí se olvidan hasta los enanitos del jardín. Alguna vez se lo he echado en cara, pero siempre me responde con lo mismo: "Carmencita, no seas avariciosa...".

Un día, mi madre me dijo que éramos unas afortunadas por poder respirar el aire puro en plena cuarentena. Lo dijo mientras le daba una calada un cigarro y yo la miré con cara de 'cuéntame más...'. Esa misma mañana le propuse que jugáramos a algo juntas. Ella dijo, tan dulce como siempre: "Claro que sí, cariño. ¿Te apetece cantar?", y me sacó los micrófonos del Singstar. Yo pensaba que íbamos a hacer un dúo juntas, pero ella se bajó al gimnasio que tenemos en el sótano y me dejó sola cantando 'Traicionera' de Sebastián Yatra. Una muy buena elección.

Desbloqueé el móvil y le escribí a Laura un mensaje privado por Instagram:

Laura, tía, deja de robar gatos. No quiero que estés castigada cuando esto acabe. Tengo tu micrófono del Singstar esperándote.

Encerrada con los GarcíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora