Ocho

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Cuando me desperté a la mañana siguiente, vi a Gao Fei a mi lado. Estaba acostado en la cama, su postura recta. Podía dormir toda la noche sin moverse en absoluto. Mi mirada era codiciosa mientras lo miraba, pero al final, no me perdí en esta imagen.

Gao Fei, incluso ahora, me detestas, ¿no?

Incluso si lo trataba lo mejor que podía, aún así, me odiaba.

Este tipo de sentimiento me dejó impotente.

Salí de la cama y comí mi medicina, luego salí a caminar. No había notado mi apariencia por mucho tiempo, y esta mañana, mientras me miraba en el espejo, vi la palidez de mi rostro. Mi cuerpo estaba demacrado y mis mejillas hundidas, como si fuera un árbol viejo, desperdiciando lentamente el resto de mi vida.

Después de aplicar el poder y pintar mi rostro, finalmente encontré el coraje para salir y enfrentar el mundo.

Al final, elegí visitar el cementerio una vez más. Dentro de sus terrenos yacía una persona que me había amado con toda su vida.

Me despedí de mi padre. Esta fue una ceremonia extraña: una persona que sabía instintivamente que sus días estaban contados se despedía de una persona que ya había abandonado el mundo.

Me senté junto a la lápida y le di mi corazón a mi padre. Le dije que lo extrañaba, y que si había una próxima vida, que lo dejara ser mi amante. De esa manera, me amaría un poco más, y nunca habría luchado tanto. O tal vez, para dejarme renacer como una persona normal, para que incluso si continuara amando a Gao Fei, mi amor no fuera tan exigente, borrando todo en su camino imprudente.

Mientras hablaba, me cansé y descansé la cabeza contra su lápida, durmiendo.

Cuando desperté, ya era tarde en la tarde.

Antes de irme, le dije a mi padre: 'Padre, esto es demasiado difícil. ¿Por qué tengo que soportar tanto peso sobre mis hombros? Estoy cansado, ya no deseo continuar.

Aturdido, volví a casa y, cuando finalmente llegué a casa, ya tenía hambre. Gao Fei no estaba en casa, y supuse que ya debía haberse ido a trabajar.

Fui a la cocina a preparar algo para comer. Quería comer fideos con salsa de soja, la comida que más amaba Gao Fei, pero apenas comencé a preparar los fideos cuando escuché que se abría la puerta.

Gao Fei se paró frente a mí. Con un bramido, arrebató el tazón de fideos de mis manos.

'¿Por qué siempre eres así? ¿Cuántas veces debo repetirme? Dije que no puedes entrar a la cocina, ¿no has entendido lo que dije? Y si no tenía que hacer mandados, ¿por qué se fue de casa sin decir una palabra? ¿Crees que es extremadamente aburrido enfrentarme? ¿te arrepientes de haberme salvado la vida?

Me quedé de pie en el lugar, sin atreverme a mover una pulgada. La furia de Gao Fei era algo que no había esperado.

Busqué en mi mente por una razón. Finalmente, dije: 'En el pasado, dijiste que nunca tuve que decirte adónde fui porque esto no tenía nada que ver contigo. Solo quería comer algo porque tengo hambre. Y esto tampoco es un gran problema: ¿no cocine para ti durante dos años? No se pueden agrupar dos cuestiones diferentes '.

Sentí que esto estaba entre los refutaciones más exitosas que había hecho en mi vida. En el pasado, solo decía, lo siento, Gao Fei, te amo.

¡Cómo deseaba que él entendiera! Pero nunca hubo un momento en que él entendiera.

Esta vez, Gao Fei fue quien perdió las palabras. Durante un largo momento, se quedó allí, mirándome.

Aproveché la oportunidad para recuperar los fideos en mis manos.

One Night, One Day, One Year, One LifetimeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora