Capítulo 2: Sentí sus muslos.

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Anhelo poder sumergirme en sueños donde su presencia sea mi única realidad, incluso después de haberla visto solo ayer. Sus recuerdos se aferran a mis pensamientos, como delicadas sombras que persisten en la memoria.

El suave sonido de la alarma rompe la tranquilidad de mi habitación mientras las luces se encienden automáticamente.

Mientras me incorporo, mis manos se deslizan lentamente por mi rostro y, sin querer, un rastro de baba mancha levemente mis dedos. Hoy, finalmente, puedo disfrutar de un merecido día de descanso; mi padre ya debe de haber salido para cumplir con sus responsabilidades.

Mi refugio es una amalgama de blancos y negros que, curiosamente, me ayuda a concentrarme. Aunque no me rodean lujos extravagantes, cuento con lo imprescindible: mi portátil para sumergirme en juegos y redes sociales, un dron personal que graba videos y me trae pequeños encargos, mi comunicador que me mantiene conectado con amigos, familiares y contactos, y un guante de hologramas que añade un toque tecnológico a mi espacio.

El suelo de mi hogar recrea un tablero de ajedrez, un capricho que le pedí a mi padre y que, amablemente, accedió a cambiar.

En medio de este instante, mi comunicador emite su característico sonido.

César: ¡Hey, bro! ¿Cómo pasas tu mañana?

Kland: Me acabo de levantar. ¿Tienes planes para hoy?

Me levanto de mi cama, siento el suelo frío y camino hacia la puerta de mi habitación.

César: Naaa, qué flojera hacer planes, estoy viendo las peleas de espadas. Kendevastador vs Zoro.

Kland: ¿Cuánto lleva la pelea?

Busco con mi portátil la pelea de espadas mientras camino hacia la cocina.

César: ¡OH! ¡Kendevastador lanzó su espada y desarmó a Zoro! ¡Ahora es una pelea de técnicas!

Kland: Espera, estoy buscando la pelea.

Él sabe que no me gusta que me cuenten las peleas y aun así lo hace.

César: ¡BRO! ¡Ganó Zoro!

Kland: Ah... ok...

Me miro frente a un espejo y me acomodo el cabello.

César: Ya sabía que ganaría Zoro, claramente es el de la mejor técnica. El "Sigilo Poderoso" de Kendevastador no se compara con el "Impulso Cazador" de Zoro.

Kland: Sí... me lo puedo imaginar...

En mi portátil solo sale la repetición de la victoria de Zoro, enciendo el dron para que me traiga mi ropa mientras yo desayuno.

César: ¡Oye! Es verdad, ¿vas a entrar este año a la escuela de duelos de espadas? ¡Yo sí quiero entrar! Estuve entrenando con los bots del gimnasio.

Kland: Tenía pensado hacerlo, pero al final me arrepentí... prefiero trabajar con mi padre.

César: ¡¿Qué?! Estás loco, si recuerdo claramente que te la pasaste entrenando 10 años para poder quedar en esa escuela. ¿Ya no te llena de adrenalina?

Kland: No lo sé, pasaron algunas cosas y... creo que me enamoré a primera vista o algo así...

César: ¡Eso es una tontería! ¿Solo por eso dejarás en lo que te esforzaste tanto? ¿Si sabes que los peleadores de espadas ganan más que cualquier famoso actualmente? Es por eso mismo que no cualquiera puede ser peleador de espada...

Termino de vestirme y me froto la cara, me está haciendo dudar de mi decisión...

Kland: Mira... César, quiero ayudar a mi padre y aprender más sobre un trabajo de verdad... Por mucho que me gusten las peleas, solo son eso... peleas, un trabajo de verdad me dará los conocimientos básicos para saber más del esfuerzo físico y no solo entrenar mi cuerpo...

No es tardeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora