Capítulo 9: No cambies tus sentimientos porqué ya no me verás.

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En la ciudad fría y metálica, donde las torres de acero se alzaban hacia un cielo opaco, Kland se despertó con una sensación de vacío en el pecho al darse cuenta de la ausencia de Dris. La habitación estaba envuelta en un silencio pesado, solo roto por el zumbido constante de los dispositivos electrónicos. Se incorporó lentamente, dejando que la pesadez de la soledad le invadiera por completo. Sus ojos recorrieron la habitación, buscando en vano la figura de Dris, pero solo encontraron el vacío de su ausencia, como un eco sordo en una vasta caverna de concreto y metal.

Crystal, una figura efímera en el mundo virtual, también se vio afectada por la pausa en su transmisión. Durante dos días, su presencia digital se desvaneció en la oscuridad de las redes cibernéticas. En un universo donde la visibilidad lo es todo, su ausencia fue notoria, un silencio ensordecedor en un mar de ruido digital. ¿Qué le llevó a detener su flujo constante de imágenes y palabras? ¿Quizás una breve pausa para reflexionar sobre el vacío detrás de la pantalla, o simplemente un descanso necesario en un mundo obsesionado con la imagen y la apariencia?

Mientras tanto, en las afueras periféricas de la urbe, dos hermanos encontraron refugio en lo alto de un árbol retorcido. Allí, entre las ramas desnudas y el susurro del viento, compartieron sus historias y aventuras en la ciudad. Sus voces resonaron en la quietud de la naturaleza, recordándoles que, incluso en un entorno dominado por el acero y el hormigón, la conexión humana aún podía florecer, como una flor solitaria en un desierto de metal y circuitos.

Klenn, observando a su hijo sumido en la tristeza, decidió brindarle un consejo:

"-En esta vida y en esta sociedad en la que te ha tocado existir, otros determinan cuánto ganarás según lo que exhibas... Pero solo tú decides hasta dónde llegarás, con o sin sacrificios... No lo hagas únicamente por amor, hazlo por ti."

Sus palabras resonaron en el aire, cargadas de sabiduría y experiencia, como un faro en la oscuridad de la incertidumbre.

Por un instante, Kland se sumió en el camino fácil y predeterminado, contemplando la idea de que los próximos diez años podrían no ser tan extensos. Aguardar por su amor, sus sentimientos, aquello que lo devolvía a esa realidad negada por la sociedad actual. Sin embargo, en su mente aún se manifestaba la posibilidad de que él mismo muriera, fuera obligado a mudarse o perdiera la memoria de esos bellos recuerdos. También podía ser que ella encontrara una pareja mejor, que ella muriera, que se alejara aún más hacia lo profundo del bosque o que simplemente lo olvidara. Para otros, la posición de Kland podría parecer exagerada, pero dentro de su contexto, su realidad y su sociedad, era hasta normal y sano pensar así en emociones que solo existían en los cuentos.

Fue entonces que la determinación de Kland tomó forma y rumbo fijo. Trabajó con más ahínco, extendió sus horas laborales, se sumergió en el conocimiento de la tecnología circundante y dejó de verla con repudio. Entendió que eran los humanos quienes le conferían esas propiedades que él rechazaba. Poco a poco, con maestría, reconocimiento y experiencia, en el lapso de dos años, se motivó a publicar su primer video en el vasto océano de las redes sociales, protegiendo su identidad pero promocionando sus servicios como asesor en duelos de espadas.

Fue entonces, ya sea por casualidad, destino o algoritmo, que su camino volvió a cruzarse con Crystal, quien, después de una insistente charla, vídeos y presión social, solicitó la ayuda de Kland en los duelos de espadas.

Ahora, la nueva y rebelde Crystal había retomado su entrenamiento para los duelos de espada, dejando atrás a su novio. Su personalidad, ahora honesta, rebelde, grosera y desafiante, era el nuevo fenómeno del momento. Con todo el apoyo que empezó a recibir, le resultó fácil localizar a Kland y sumarlo a sus planes. Entre sus vastas conversaciones surgieron dudas y misterios resueltos.

No es tardeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora