Escudriño con un atisbo de tristeza a Martha, la cual esta postrada en la cama de hospital. Tiene los ojos cerrados, una venda en la cabeza y en su brazo izquierdo el suero intravenoso. Aun con los moretes en su rostro y brazos luce guapa. No he podido hablar con ninguna enfermera o algún doctor, desconozco por completo su grado de gravedad, eso me mantiene ocupado, lo cual agradezco, recordar lo que ocurrió minutos atrás, con Valerie y su madre, provoca que me ponga colorado de la vergüenza.
Paso el resto de la noche en el hospital. Según el doctor está algo grave, pero nada que no tenga remedio, permanecerá toda la semana en recuperación, se golpeó tan fuerte la cabeza que se temía que al despertar hubiera pérdida de memoria o algún retraso. Gracias al Dios, del que no soy creyente, ella está bien. Martha se despertó un par de veces para poder ir al baño y beber agua, parecía reconocerme y eso calmó al doctor y las enfermeras que estaban su cuidado.
Me fui de ahí a la mañana siguiente. Camine por los pasillos con algo de temor, no quería encontrarme a Valerie y a su madre, bueno, en realidad no quería toparme a la madre de Valerie, temía a que empezara a atacarme con miles de preguntas.
Al ser domingo me dispongo a hacer las compras de despensa y terminar trabajo pendiente. Mañana, después del trabajo, visitaría a Martha.
Esta noche me dispongo a pensar apaciblemente en lo que se ha vuelto mi vida después de Valerie, y la verdad es que no ha sido un cambio tan drástico, pasé de añorar amor y felicidad, a añorarla a ella, aquella niña rubia que hacía de mis pensamientos y deseos un revoltijo, a veces me hacía recordar a Victoria, ambas rubias, ¿tendré alguna debilidad por las rubias? La pregunta llega. Posiblemente, contesto en mis adentro.
Tal como le prometí, aquel lunes por la tarde estaba con una revista en manos, acompañando a Martha. Después de un buen rato charlando y enterándome de chismes de la farándula que me consumen por completo, aviso que voy al baño.
- ¡Harold! -escucho aquella voz, aquella dulce voz la cual soy incapaz de olvidar. Mis sentidos se ponen alerta y no logro creérmelo del todo, veo a Valerie corriendo hacía mí. -Hola, tú.
-Valerie...
-Lo estuve buscando ayer, pero creo que no vino.
-En efecto, estuve ocupado.
-Ya veo. -muerde su labio inferior.
- ¿Cómo has estado?
-Bien, muy bien ¿y usted?
-Ahora mejor.
La veo sonrojarse ligeramente, luce tan adorable que quisiera comerle las mejillas a besos.
-Eres muy mentirosa, ¡eh!
-Dios mío, perdóneme. Creí que entendería. Mi madre no podría saber que he salido con usted por un helado.
-Entiendo. -confieso con sinceridad. - ¿Qué haces aquí?
-Mi hermanito se ha puesto mal. -dice con tristeza.
- ¿Esta mejor?
-Algo, mañana lo dan de alta.
-Verás que lo estará. -digo mientras tomo su hombro y le proporciono a éste suaves caricias con mi pulgar. Puedo ver como su piel se pone de gallina. Casi quiero morirme en ese momento, su piel es tan tersa que podía pasar horas acariciando su cuerpo entero.
- ¿A dónde iba?
-Por un refresco. -miento. - ¿Quieres uno?
- ¡Sí! -chilla con felicidad.
- ¿Qué sabor te gusta más? -pregunto estando ya frente a la máquina expendedora.
-Mmm... quiero una Pepsi, por favor.
-Ten.
-Me la abres, por favor.
Mi sucia mente no evita tomar aquella simple oración con doble sentido, si tan solo pudiera hacerla mía.
Pasamos unos cuantos minutos sentados en una sala de estar vacía, me cuenta como su hermano está enfermo del corazón y se ha puesto mal de último momento, verla sentada con los ojos llorosos y las mejillas sonrosadas me hacen quedar como un completo bobo enamorado, simplemente creo que jamás me cansaré de decir lo hermosa que es.-A veces los hermanos resultan ser un poco fastidiosos, pero no dejan de ser de nuestra sangre. -dice meneando sus piernas y la mirada baja.
-Te entiendo.
- ¿Tienes hermanos, Harold?
Aquí yace Harold Smith, hombre soltero y amante de las rubias. ¡Que me trague la tierra!
Su pregunta me deja helado, mi mente viaja a aquellos recuerdos viejos, aquellos recuerdos que me hacen removerme en mi asiento incómodo. Se sintió como si una flecha fuese clavada en mi pecho, justo en mi lado derecho, donde yace mi corazón, éste ha sido pinchado con una llegada abrupta de tristeza y contrición simulando ser la flecha.-Sí. -me limito a responder.
-Perdona, no quería ponerle incómodo.-Dios mío, Valerie, me vuelves loco, deja de llamarme por usted, ibas tan bien.
Ríe tímidamente. "De tímida solo tiene la cara." Pienso.
-Está bien, Harry. -dice acentuando mi nombre.
-Mucho mejor.
Regreso a casa cansado y aturdido, la pregunta de Valerie no ha dejado de resonar en mi cabeza. Sí, sí tengo hermanos, dos de hecho, tan iguales y tan diferentes a mí, pero al final hermanos de mi sangre.
Por más que luche por emanar sus nombres, sus rostros y nuestra historia, no puedo, soy incapaz de hacerlo porque aquello se ha adherido a mi piel a tal grado de que si intentase arrancarlo se traería consigo a mí, a Harold. No hay más remedio que aprender a vivir con ello, aunque los haya abandonado hace años, aun lucho día con día aprendiendo a sobrevivir con aquellos recuerdos tan tomentosos.Por otro lado, hay felicidad es mi ser, una felicidad exorbitante que me hace querer bailar, brincar y cantar a todo pulmón, denle las gracias a la pequeña de sonrisa radiante y ojos cautivadores, es inescrutable lo bien que me hace sentir, lo enamorado que me pone, emocionado tal cual niño de quince años. He quedado con Valerie para otra cita, por llamarle de alguna manera.
Prometí llevarla a un lugar muy bonito y especial para mí, es ahí a donde voy siempre que necesito conectar con el mundo, porque a veces convivo tanto con mis demonios que me consumen, así que necesito una realidad que me haga volver y estar presente en este planeta.❀❀❀❀❀❀
𝐇𝐎𝐋𝐀𝐀𝐀𝐀Bueno, primero que nada ¿cómo andan?
Bien, he modificado el primer capítulo totalmente, así que si llevas leyendo hace tiempo deberías ir y darle una leída, así entenderás mejor el contexto de la historia.Cuídense y nos vemos pronto ♥︎
![](https://img.wattpad.com/cover/114631031-288-k177006.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Juegos prohibidos
De TodoSecretos, sexo, amor y más secretos. Valerie entró a la vida de Harold cual torbellino, destruyendo todo a su paso. ¿Podrá Harry revelarle sus más oscuros secretos? ¿Podrá el amor de ambos vencer los obstáculos que ellos mismos han creado? Quédate...