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Jungkook estaba más que feliz.

Estos últimos días se aseguró de hacer feliz a jimin a su lado, demostrándole mucho el amor que él le tenía al menor, muchos que otros no tenía ni la suerte de tener. Jeon Jungkook era frío con todos, y con la persona más cariñosa y que ha demostrado sus sentimientos a flote es solo al pequeño mochi, que a hecho hervir de celos a muchos/as.

Jungkook esperaba que jimin empezará a notar sus sentimientos hacia él, era un poco frustante saber que jimin solo veía ese "amor" como de amistad, y él estaba harto de ese sobrenombre a su relación. Jungkook quería a jimin para toda su vida, lo quería en su futuro, no veía uno sin jimin en él.

Tal vez le digan que estaba exagerando un poco y que se estaba dejando llevar por las hormonas alborotadas, pero se equivocaban. Mucho antes que jungkook decidiera que estaba enamorado de jimin, tampoco veía un futuro sin él peligrosa, solo que ahora no lo quería como un mejor amigo, si no que como su pareja.

Jimin era sin duda hermoso, el ser más lindo que había visto en toda su vida. El era cariñoso con todos, no importaba si era extranjero o un simple animal de la calle, él amaba dar amor a los que no tenían el privilegio de obtenerlo.

Además de cariñoso también era alguien que entendía muy bien a las personas, incluso puede llegar a ser psicólogo. Si es necesario, escucha, si es necesario incluso llora con esa persona, siempre ha dejado en claro que siempre se puede confiar en él, ya que siempre iba a ser una persona de confianza sin importar que.

Además de la personalidad del pelirosa que amaba el pelinegro, este también amaba su físico.

Jimin era pequeño, lo suficiente para jungkook. Tenía fracciones femeninas, unos hermosos ojos color azules que hasta el cielo le tenía envidia, unas pestañas largas que combinaban con sus hermosos ojos. Mejillas abultadas que solo lo hace ver más tierno de lo que ya es, y sus labios, sus jodidos labios, eran los que más le encatan a jeon.

Tenía una cintura diminuta que jungkook amaba pasar sus brazos por ahí y sentirla. Jimin era blanco y su piel era como de porcelana, lo que le encantaba de esta. Fácilmente podria hacer un chupeton y este tardaría mucho en borrarse, eso le daría semanas a jeon para que deje en claro quien es el dueño de Park.

Y su trasero, oh demonios. Su enorme trasero eran dos melones grandes y apetecible, a jeon solo le daban ganas de agarrarlos y amasarlos todo el día, tarde y noche. Le encantaba esta parte del cuerpo de su chico.

Sin embargo, jungkook amaba todo de él.

De las pequitas hasta su más pequeño lunar. Jungkook amaba cada detalle del rubio, cada defecto, todo lo amaba.

Sin duda jungkook cayó redondito a los pies de este, sin ningún aviso o alguna advertencia.

Y el pelinegro más agradecido no puede estar.

𝑸𝒖𝒊𝒆𝒓𝒐 𝑩𝒆𝒔𝒂𝒓𝒕𝒆 [𝒌𝒐𝒐𝒌𝒎𝒊𝒏]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora