17 de Septiembre de 2010, Dublín
Querido John:
He vuelto ya a casa. Después de casi un mes en Francia por fin no digo solamente: Oui, Oui... Siento haber tardado tanto en escribirte, pero he estado muy ocupada por trabajo. Espero no tener que irme a vivir a Francia... Es un país muy bonito y donde se puede encontrar cualquier cosa, pero hay gente que no es demasiado amable... La mayoría de personas con las que estuve sí, pero algunas me sacaron de mis casillas, sobretodo un anciano.
Estaba yo tan tranquila en un café tomando algo para desayunar y la camarera me preguntó si quería la cuenta y con el lío de los idiomas le contesté en inglés. Entonces un hombre mayor saltó de su asiento y dijo:
—Estamos en Francia, así que deberías hablar nuestro idioma. Ingleses ignorantes...
Me enfadó bastante la manera de que la dijo, sin ninguna amabilidad, además de lo que dijo. Pagué lo que había desayunado y me dirigí hacia la puerta. No quería ningún problema. Pero el hombre continuó hablando mal sobre mi, seguía sin comprender porque se había puesto así por un simple error. Creo que pensaba que no entendía el francés, porque todo lo que dijo era bastante fuerte, y cuando dijo ciertas cosas ya no pude morderme la lengua:
—Puede que sea una ignorante, una estúpida o todo lo que quiera. Pero no soy una malhumorada que insulta a gente sin motivo. Ah, y soy irlandesa. Que pase un buen día.
Se lo dije todo de forma fluida, en su propio idioma, y se quedó boquiabierto. No se si me pase con el anciano, ¿tú qué hubieras hecho? Bueno, el resto del viaje fue bien.
Curiosa historia la de como conociste a Alexander. La mía con Olivia no es tan interesante. Nos conocimos cuando éramos muy pequeñas y el primer día de escuela me preguntó si quería ser su amiga y yo simplemente conteste que sí. Una historia super emocionante, se podría hacer una película sobre ella y todo.
Bueno, desde entonces somos amigas inseparables y me martiriza con sus problemas sobre que ponerse, sí, me llama como a las seis de la mañana para preguntarme que ponerse ese día. Un día la mandaré bien lejos con lo de la ropa... Aunque es mi mejor amiga y tengo que soportarla igual que ella me soporta a mí. En eso consiste la amistad.
Perdona por no habértelo preguntado antes, ¿qué tal tú viaje a Japón? Espero que no te encontraras a ancianos molestos.
Un fuerte abrazo,
EmmaP.D: Esta vez no le hice un discurso a mi amigo Victor, creo que la otra vez le sirvió. Seguramente estés pensando que debería ir a un manicomio en estos momentos. Creo que este viaje me ha hecho perder la poca cordura que me quedaba...
P.P.D: Me has comentado alguna que otra vez que Julio Verne es uno de tus escritores favoritos y pasé por una librería llamada Shakespeare & Company. Es una librería, la mayoría de sus libros son clásicos, que están en ingles y además son baratísimos. Lo mejor es que algunos pueden ser de ediciones muy antiguas pero que están en perfecto estado. Bueno, yendo al grano, te he comprado La vuelta al mundo en 80 días. Supongo que lo habrás leído, pero era una edición muy bonita y muy bien conservada, así que al verlo supe que tenía que comprártelo. Y no te preocupes, ha sido muy barato y no ha sido ninguna molestia para mí. Espero que lo disfrutes.
***
22 de Septiembre de 2010, Londres:
Señorita Emma,
Lamento que no lo pasase tan bien en Francia, pero pienso que está siendo injusta al decir que desea no tener que vivir allí, en todas partes hay gente estúpida.
Con respecto a su pregunta, tuvo toda la razón del mundo al decirle a aquel hombre lo que le dijo, no solo la trató mal, sino que además le faltó al respeto. Y, le diré más, esa actitud tan nacionalista era completamente absurda e incoherente. París es una ciudad llena de turistas, no puede esperar que todos hablen francés.
Personalmente, me parece que prefiero como conoció usted a su mejor amiga. Me hubiera gustado conocer antes a Alexander, aunque, teniendo en cuenta que después de tan pocos años ya quiero matarlo, no alcanzo a imaginarme que haría sI hubiera tenido que aguantarlo desde pequeño.
Con respecto a su regalo, le echaría la bronca por haberme comprado algo, pero desgraciadamente yo también lo hice, así que no puedo hacer otra cosa que darle las gracias, pues es realmente magnífico.
Mi estancia en Japón fue tan agradable como siempre (ya he ido en un par de ocasiones, tanto por trabajo como por placer). Este año aproveché la visita para visitar la tumba de Sadako Sasaki y dejar una grulla de papel en su honor.
No sé si sabrá quien es; se trata de una niña a la que, con unos nueve años, se le diagnosticó leucemia. Esta chica fue víctima de las bomba de Hiroshima, pues la radiación, a la que había sido expuesta siete años antes (Sadako vivía a relativamente poca distancia de la zona donde cayó la bomba), le causo el cáncer. Se hizo famosa porque, en sus últimos años de vida, se dedicó a hacer mil grullas de papel (según una leyenda japonesa, si haces esto y pides un deseo, este te será concedido) para que los dioses le concedieran su deseo de volver a correr.
Es una más entre todas esas víctimas de la guerra, pero no pude dejar de acercarme a su sepulcro para honrar su memoria, aunque solo fuera de una forma banal y nimia.
Jonh
P.D: En un primer momento pensé en regalarle un bonsai, pero vi este colgante con la flor de sakura en una tienda y no pude evitar pensar que era perfecto para usted. Espero que le guste.
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Our Letters
RomanceEmma y John se conocen por su trabajo. Con el tiempo entablarán una amistad por carta. ¿Estas preparado para conocer la curiosa historia de John y Emma?