Angel de Fuego

Acción de Primera

Sacar el cuerpo de un hombre inconsciente de un bar podría parecer algo común, aunque las miradas curiosas no se hicieron esperar al reconocer las inconfundibles alas.

En cuando salieron del lugar sacó una llamarada de sus pies para llegar lo antes posible, lo bueno que a esas horas de la noche las calles no estaban llenas, no le era difícil cargar con un peso extra, ya tenía bastante práctica cuando Thor y Clint hacían competencias de beber, y como lo dijo antes a Hawks le faltaban músculos.

Lo arrojó al sofá sin delicadeza alguna, que importaba que la cabeza le quedara colgando, los pies sobre el respaldo y la alas torcida, se veía tan gracioso que inmortalizó el momento con su celular.

Fue a la cocina y se hizo un sándwich mientras repasaba su platica con Shouta, le daba gracia que no se creyera ser un buen profesor, estaba dispuesta a freír los huesos de quien dijera lo contrario.

Terminó su bocadillo nocturno y tomó una botella de agua, debía despertar al pajarraco, no le importo mojar el sofá, industrias Stark pagaba el apartamento.

-Alguien apuntó la matrícula? — abrió los ojos con pesadez sobándose el cuello.

-Sip, fue un modelo de cuatro patas, madera de caoba traída de los Alpes, como sello distintivo tres chicles pegados de bajo, frambuesa, fresa y menta respectivamente.

-No puedo creer que me noquearas contra una mesa — tomó la botella con la que lo mojo y se bebió el liquido que faltaba.

-Me sorprende que cayeras por eso — de verdad era el segundo héroe del ranking? — Te duele?

-Me agarraste con la guardia baja — y con una fuerza que no parecería tener ese cuerpo femenino — es normal que te escuche con un eco de fondo?

-Si, es completamente normal, justo ahora yo te veo en tono sepia — parpadeo un par de veces — listo ya quedó.

-Si me causaste una contusión tendrás que hacerte cargo — le sacaría el mayor provecho.

-Sabes?... estuve tentada a dejarte en un callejón y cuando la gente preguntara si alguien a visto al héroe Hawks? Yo diría: se lo comieron los gatos... ja, un clásico.

-Dejarías que me devoraran esos monstruos come aves?! — le recorrió un escalofrío por la espalda al ver su mirada que decía "suena tentador" — eres cruel...

-Nos besamos?

-Pero justa... — se encogió de hombros, había que verle el lado positivo — sabes cómo llevar negociaciones.

-Haznos un favor Keigo, y cierra la boca — se puso frene a él y se le sentó a horcadas.

-Porque no me das una idea de cómo hacerlo? — le acarició las piernas subiendo hasta apretarle el trasero y estrujar su cintura.

-Sabes lo qué pasa a los que juegan con fuego? — acortó la distancia sintiendo el sabor de sus labios.

Un perfecto baile de besos desesperados y manos traviesas que se inmiscuían bajo la ropa

-No me da... miedo... quemarme — fue la respuesta correcta al sentir como ampliaba la sonrisa, la temperatura estaba subiendo y su Quirk no tenía nada que ver.

La ropa callo en distintos lugares entre la sala y la recamara, llenando el ambiente de besos húmedos y jadeos interminables.

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Abrió los ojos con pesadez viendo la hora en su reloj de pulsera, aún tenía tiempo de sobra para que llegara su hermanito al entrenamiento, intentó estirarse dándose cuenta de un peso extra en su abdomen y un brazo masculino que la tenía prisionera.