A primera hora de la mañana, Sakura caminaba de prisa para llegar a tiempo. Había recibido la orden de que su maestra la estaba esperando en la torre Hokage urgentemente. Apenas había tenido tiempo de arreglarse un poco. Pero al menos no llegaría tarde. Sabía lo dura que podía ser su maestra cuando se enojaba. Y lo sabía muy bien. Cuando entró a su despacho, se sorprendió de ver a Naruto ahí. Y un ligero rubor se pintó en sus mejillas. "Naruto..." Él la saludó con una enorme sonrisa que hizo saltar su corazón.
- Buenas días Sakura-chan.
Ella le sonrió de vuelta aunque rápidamente volvió a ponerse seria. Tanto como Shizune, Jiraya y su sensei Kakashi estaban en el lugar, así que se giró a su maestra y saludó. Aunque dos de los adultos se habían percatado de lo sucedido.
- Buenos días a todos, ¿Para qué me necesita Tsunade-sama?
- Como habéis visto, Naruto ha vuelto, y quisiera medir si su entrenamiento ha sido exitoso o no. Y como mi compañero duda de mis habilidades como maestra, he decidido que tú, que has ascendido a chunin, compartas esta prueba junto a Naruto. Ambos se enfrentarán a Kakashi y así podremos determinar si han mejorado como es debido.
Sakura miró sorprendida a su sensei quién sonreía bajo su máscara. El reto la invadió de emoción. La noche anterior había estado recordando la promesa que había hecho a Naruto hace tiempo, de que ella ya no sería un estorbo. Y esta sería una oportunidad perfecta para demostrarle que no sólo él había estado entrenando.
El rubio también se llenó de emoción. Él estaba preparado para demostrar sus nuevas habilidades y no ocultó su entusiasmo. Sakura sonrió para sí misma. Ese era el Naruto que ella recordaba y que tanto había extrañado. Él que le daba fuerzas cuando ya no podía más con el duro entrenamiento que su maestra le daba. Él que la motivaba a ser mejor.
-¿Qué estamos esperando? ¡Estoy listo para demostrarles mi fuerza, dattebayo! – gritó Naruto sonriente con su pulgar hacia arriba.
Kakashi estaba en medio del campo de entrenamiento justo en donde los dos amigos habían hecho su primera prueba para convertirse en el equipo 7. Tsunade, Jiraya y Shizune observaban alejados esperando por el espectáculo. Sin poder evitarlo, ambos amigos apostaron una buena botella de sake si su alumno ganaba. Shizune no podía dejar de negar con la cabeza, había cosas que no cambiaban.
- Te digo que lo hará muy bien.- decía Jiraya sonriendo - El muchacho entrenó muy duro ¿Pero qué hay de tu alumna?
- Ya lo verás Jiraya, ya lo verás. - dijo está vez sonriendo la rubia mientras que su compañera temía por el estado físico de Kakashi.
- Bien chicos, esto será sencillo. – dijo el peliblanco y saco de su bolsillo un par de cascabeles, los mismos que en aquella época. - Sólo deben tomar estos cascabeles y la prueba estará superada. Tienen hasta el mediodía para lograrlo. ¿Están listos?
Sakura sonrió. Los recuerdos de aquella ocasión vinieron a su cabeza. Está vez ella no sería ningún estorbo. Se ajustó los guantes de sus manos y el viento meció su cabello. "¡ESTE ES EL MOMENTO, SHANNARO!"
-¡Estoy listo dattebayo!
Con una sonrisa en su rostro, el rubio corrió hacia su maestro. Este sin inmutarse recordó que Naruto había sido el primero en atacar en aquel entonces. "Siempre tan impulsivo" pensó Kakashi esperando el movimiento del chico. Pero se sorprendió al ver el nuevo estilo de taijutsu de su antiguo estudiante. Era golpes certeros que si bien no iban dirigidos a matar podían costarle un poco al peliblanco. La pelirrosa sonrió.
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Lo que me haces sentir
FanfictionNaruto ha vuelto a la aldea después de casi tres años de entrenamiento con su maestro y Sakura no es la misma chiquilla que en llanto le pidió a su amigo hacer volver a su compañero. Ella quiere demostrarle que nunca más será un estorbo y que su de...