Lo que me haces sentir

Capítulo 6. No todo es lo que parece

El equipo de Gai sensei fue el primero en volver a la aldea. Kakashi estaba demasiado herido por el uso excesivo de chakra para que el equipo se moviera con él, pero había valiosa información que requería fuese entregada a la Hokage cuánto antes. Había sido un éxito la misión de rescate y gracias la victoria de las kunoichis ahora tenían más información sobre Akatsuki y de alguna manera también de Orochimaru.

- ¡No te preocupes Kakashi! ¡Llegaremos hoy mismo! ¡Con el poder la Juventud nada nos detendrá! - el hombre vestido con malla verde hacía poses que no sólo provocaban vergüenza a sus miembros más jóvenes sino a los mismos ninjas de la arena. - ¡Vamos muchachos!

- ¡Sí Gai-sensei! - Rock Lee no pudo evitar sentir la euforia que su maestro transmitía e imitó sus movimientos. - ¡La fuerza de la juventud!

- Lee no le des alas... - Ten Ten avergonzada movía sus manos intentando hacer que pararan.

Neji sólo negaba con la cabeza. Y tras unos momentos más de vergüenza, el equipo se fue. Temari dio órdenes de cuidar al peliblanco y darle la mejor atención médica posible. Aunque el hombre insistía que no era necesario, era una manera de mostrar agradecimiento por su valiosa ayuda en el rescate. Gaara también se encontraba en el hospital. Tanto sus hermanos como los médicos querían saber si haber perdido al bijuu de una cola pudo repercutir en su salud y si habría una consecuencia a futuro.

- Le haremos unas cuantas pruebas más, Kazekage. Le pedimos un poco de paciencia. - la tímida médico trataba de no sonrojarse al hablar con el pelirrojo pero le era muy difícil y ocultaba su rostro atrás de su tabla.

- No te preocupes Gaara, vendré a verte más tarde. Aún tenemos mucho de qué hablar. Pero primero recupérate. - el rubio sonrió y levantó su pulgar en dirección del chico.

Gaara sonrió y asintió con la cabeza. Entonces le dio una sonrisa a la médico quien ocultó aún más su rostro. Quizás el pelirrojo no lo había notado por el miedo constante que tenía de defraudar a su aldea, pero se había vuelto un chico atractivo y las chicas de la arena lo sabían. Ya no se veía en él un arma o un monstruo, al contrario, ahora todos admiraban su entrega.

Naruto salió riendo, alegre porque su amigo había vuelto sano y salvo entonces pudo ver a Sakura hablando con uno de los ninjas médicos. Verla reír con otro hombre le provocó un dolor extraño en su interior. Se llevó una mano a su estómago. No era como si hubiese comido algo en mal estado, sino que era muy similar a un golpe de esos que te dejan sin aire. ¿Qué era eso que sentía? Apenas pudo contestarse cuando Pero la chica se giró hacía él y al verlo le dedicó una enorme sonrisa que hizo que ese extraño dolor desapareciera. Ella le hizo una seña con su mano para que la esperara mientras seguía hablando animadamente con su acompañante.

El rubio pudo observar con mayor detalle que su compañera había perdido su figura infantil. Y que al verla visto tan concentrada y capaz como una ninja médico, entendió que realmente el tiempo había pasado. Pero ¿por qué entonces seguía creyendo imposible que ella correspondiera sus sentimientos? "No puedes mentirte. Ella no te ama. Ella ama a Sasuke. Siempre será así. Tú sólo eres su compañero. Y sólo ve en ti a un tonto." Pudo escuchar de nuevo esa voz que solía despertarle por las madrugadas y le hacía sudar frío. La misma que hacía burla de sus esfuerzos cuando no podía dominar alguna técnica. Aquella que podía escuchar en su interior cada vez que se acercaba a la jaula del zorro. Cerró los ojos intentando dejar de escucharla. Intentando ignorarla. Para Naruto, esa voz había sido su única compañera cuando era niño. Se intensificaba cada vez que iba solo en las calles y podía ver el desprecio de los aldeanos hacia él. Pero fue peor cuando Sasuke se fue. Pudo oírla reírse de él cuando su mejor amigo le dejó medio muerto en la cascada. Y cuando vio llorando a Sakura escondida para que nadie la viese aquella ocasión cuando él intentaba escapar del hospital. Nunca mencionó a nadie esa voz. Ni siquiera a su maestro. Él siempre sonriente, no podía dejar de escucharla. "Eres un tonto Naruto Uzumaki, siempre será así."