Lo que me haces sentir

Capítulo 10. Revelaciones

- ¿Entonces? – preguntó la chica rubia con curiosidad.

Sakura la miró. Estaba muy confundida. No pudo evitar recordar lo que había pasado entre el ninja y ella en esa cita, que si bien ella misma no quería calificar como tal, le hacía sentir algo extraño en su estomago. Y aun más ahora bajo la mirada de su amiga que parecía saber algo que ella ignoraba y no le gustaba para nada la idea.

Inicio de flash back

Tsunade estaba irritada. Había vuelto Jiraiya hace unos días con la idea de volver a irse en cuanto viese a Naruto. Para la mujer, era preocupante la situación sí, pues era la Hokage y su mayor deber era el de proteger a la aldea y a su gente pero tampoco quería arriesgar al amor de su vida ahora que habían arreglado sus diferencias e intentado recuperar el tiempo perdido. Se llevó una mano a la cabeza que amenazaba con reventarle en cualquier momento. Encima la información de que el menor de los Uchihas había asesinado a Orochimaru tampoco era buena. No después de que su informante le diera aquella información.

- "Al menos no debemos preocuparnos de que nuestro viejo compañero tenga un nuevo cuerpo ¿no crees?" – dijo imitando la voz del hombre agregando un poco de sorna en el tono. – Claro, ese es el menor de nuestros problemas. Maldita sea.

- ¿Tsunade-sama?

La voz de la chica la hizo salir de sus pensamientos. No podía decirles de inmediato la noticia pero también sabía que si no lo hacía pronto seguramente el chico llegaría en cualquier momento exigiendo una nueva búsqueda. Todo se estaba volviendo demasiado complicado. "¿Cuáles son tus verdaderas intenciones Sasuke Uchiha?" pensó la rubia dejando uno de sus libros en el escritorio y sonriendo a su alumna.

- Sakura.

- Usted pidió verme y aquí estoy. ¿En qué puedo ayudarle?

- Hoy te enseñaré una técnica para tu entrenamiento. Sé que hace mucho no había podido enseñarte en forma pero hoy arreglaremos eso. ¿Estás lista?

- ¡SÍ! – gritó la chica emocionada pero al darse cuenta de su respuesta tan exagerada bajo el tono de su voz y sólo se reverenció tratando de calmarse. – Sí maestra.

- Bien, vayamos al campo de entrenamiento D. – la Senju sonrió, le agradaba la expresión de su alumna, aunque esperaba que nunca tuviese que usar la técnica que estaba por enseñarle, pero algo le decía que sería necesario si el Uchiha comenzaba a ser un verdadero problema.

Sakura estaba emocionada. Tanto que había olvidado por completo la cita con Naruto. Y no porque le restara importancia, sino que por el trabajo tan ocupado de la Sannin, habían sido raras las ocasiones en las que ahora se permitía la mujer enseñarle como correspondía. Quizás Naruto había tenido un duro entrenamiento o Sasuke había tenido que ver y hacer muchas cosas horribles a lado de su maestro pero el entrenamiento de ella a lado de la Quinta, era suficiente para dejar drenado a cualquiera. Y eso le encantaba. Había aprendido a amar el desgaste de sus músculos y el dolor de cabeza producido después de una buena sesión de estudios. Siempre con el mismo pensamiento: ser igual de fuerte que sus compañeros.

Faltaban un par de horas para antes del atardecer cuando las dos mujeres volvieron a la torre. La chica estaba agotada pero su cansancio se esfumó cuando vio a Naruto esperando afuera de la oficina medio dormido. Y entonces recordó sus palabras.

- "Venga, te llevaré a Ichiraku. Pero tienes que pasar por mí a la oficina de Tsunade-sama. ¿De acuerdo?"

Y ahí estaba, un rubio todo bobo dormitando afuera de la oficina de su maestra con una sonrisa en sus labios. Su cara se tiñó de rojo al sentirse completamente mal por haberlo olvidado. Así que no lo despertó con un grito como hubiese hecho, sino que caminó hacía él y con suavidad tocó un par de veces su hombro para despertarle.