Bingo!!-grita aquel hombre emocionado, pues había encontrado a mi chiquita-esta en Baja California Sur, Los Cabos para ser más exactos, pero hay un problema-cambio su expresión.
Cuál?-me acerque a la maquina.
Esta comprometida, al parecer en 2 meses regresa aquí a Culiacán a casarse, lo más recomendable es esperar a que ella regrese aquí.
Pero por qué?-pasaba mis manos por mi cabello frustradamente.
Porque donde vive no podemos hacer mucho escándalo, ahí esta un poco más tranquilo que aquí en Culiacán, si vas y haces tu escena para robártela la gente ahí si te busca-por primera vez después de bastante tiempo le daba la razón a alguien.
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Patrón está seguro?-decía uno de mis hombres al estar parado frente a la puerta de la vivienda de Destiny.
Claro Lalo, sólo se las das y con la misma sales, no le dirijas la palabra para nada solo entrega mi presente-le dije por la otra línea del radio.
Entendido gefe-por una de las cámaras que estaban en el carro vi como Lalo tocó la puerta y de esta salió Destiny, por Dios era una diosa, apuesto que ya tiene sus 19 años, mi hombre hizo lo que le pedí, sin decir ninguna palabra sólo extendió la caja hacía sus brazos y ella muy extrañada la recibió.
Narra Destiny.
Un día atrás había llegado a Culiacán, me estaba quedando en mi casa ubicada en Barrancos, con el plan de toparme a Markitos, no descartaba posibilidades, pues según yo era lo mejor, para ver si quería regresar con él o casarme por fin.
Era tan temprano, las 12 de la tarde y yo apenas estaba despierta, Dios que descaro el mío de dormir tanto, baje a la sala después de darme un baño, mi prometido estaba en la empresa había salido temprano a trabajar, estaba sentada en los bancos de la barra viendo que podía hacer de comida para mi, pues el que se casa conmigo comerá en la casa él, estaba tan metida en mis pensamientos que no escuché que estaban tocando la puerta hasta que la mujer que limpia la casa me dijo, salí rápidamente de mi transe y corrí a abrirla, era un joven de alrededor de unos 30 años con una caja por un lado de él.
Él no dijo nada sólo la entregó y con la misma subió a un carro y se perdió entre el tráfico de la atareada ciudad, al entrar a la casa de nuevo subí esta vez directo a mi recámara, pues yo y mi prometido dormíamos en lugares separados, al llegar dejé la caja en la cama y cerré la puerta con candado, la abrí y lo primero que venía era una carta.
Un consejo de amigos, eso somos.
Cierra tus ojos al besarle como cuando nos queríamos.
Cierralos y ruegale a Dios que no presienta que lo besas pensando en mi porque un día de va a dar cuenta.
Y van a discutir parece que los estoy viendo, estoy casi seguro que terminarán rompiendo.
Esa relación, que no tiene pies ni cabeza.
Tú buscas olvido y de colección eres su pieza.
Debuta en tu gran día cariño.
Te ama...
Anónimo...❤
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