10. Una mirada al pasado

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Llegué a casa totalmente frustrada por la terrible mañana que había tenido. Es decir, ¿hay alguien con peor suerte que yo? Primero problemas a la entrada, luego hago amigos, mas tarde un loco que accedió finalmente a llevarme de vuelta al colegio y de quién no he tenido mas novedades, luego pierdo amigos, y finalmente, paso absolutamente sola el resto de la mañana. Gracias al cielo mis padres aún no llegaban a casa, o me hubiera derrumbado en el piso de la cocina.

Con la cabeza aún dando vueltas, me era imposible ponerme a hacer los deberes. Fue así como decidí ponerme a leer algo, lo que resultó igual de complicado que si hubiese tenido que memorizar el Martín Fierro completo. De verdad había perdido la capacidad de concentración con esa mañana tan caótica.

Me levanté de la cama, en la cual llevaba tirada aproximadamente 20 minutos, y empecé a revolver mi cajón para encontrar un CD que tuviese ganas de escuchar. Pasando entre uno y otro, encontré el CD de 5 Seconds of Summer, con lo cual las dudas me bañaron en un instante. ¿Donde estaría él? ¿Que habría hecho finalmente, luego de dejarme cerca del instituto? No había regresado a las clases siguientes, y no me lo había cruzado en ninguna parte. ¿Y esa sonrisa que amenazaba con escaparse cuando pensaba en él? Que yo supiera, esta mañana al conocerlo esa sonrisa sería algo imposible de pensar. ¿Y ahora qué? No era que me cayera mal, pero si relacionarme con él ponía fin a mi amistad con Simon y los demás, estaba dispuesta a dejarlo.

Aun así , salvar mi amistad con Simon no era la única razon por la que estaba dispuesta a dejarlo. Sean me recordaba tanto a mi pasado, aquel pasado que había estado decidida a abandonar. No quería seguir causandole problemas a la gente y no sentirme mal por ello. No, yo ya no era así. Estaba dispuesta a cambiarlo y hacer nuevos amigos.

Pero... ¿que pasaría si comenzara a formar parte de la vida de Sean?

*Flashback*

-Mira. -le susurré a Richie aquel primer día de clase. -Ese de verdad que es nuevo.

-Nena, no hagas estupideces. Deja al chico que viva en paz.

-¿Y yo voy a dejar de divertirme por eso?

-Hay más maneras de divetirse, Rose. Ayer mismo probamos una.- dijo riendo.

-Cállate.- Le espeté. -Hey, niño.- grité, safandome del brazo de Richie que sujetaba mi cintura, y caminando a paso firme hacia el chico nuevo. -¿No vas a presentarte? Que niño maleducado. -dije, ofreciendo mi mayor sonrisa. Por mi izquierda, Ali comenzó a acercarse hacia nosotros, para finalmente situarse a mi lado.

-¿Qué tenemos aquí?- preguntó la rubia.

-Mira, Alison. Un chiquillo nuevo que pasa sin presentarse. ¿Te das cuenta de la poca educación que tienen los niños hoy en día?- Alison se echó a reír como si yo hubiese contado el chiste más gracioso del mundo.

El chico sería dos años menor que yo, pero su estatura era igual a la mía , quizás hasta unos centímetros más alto.

-¿Que demonios quieres, imbécil?- me soltó. -No vine a buscar problemas. Y dos chicas no van a venir a fastidiarme.

-A ver niñato, si así nos entendemos. -me acerqué a él de modo que nadie más pudiera escucharme. -¿Cómo te llamas?

-Ethan.- gruñó.

-Ethan, cariño, si no quieres que arruine tu existencia el curso entero, más te vale que aflojes tu carácter. No estoy para estupideces. Esto -dije, al tiempo que trazaba una circunferencia con mi dedo, señalando todo lo que estaba a mi alrededor.- es mio. Básicamente me pertenece. Y no querrás encontrarte con sorpresas en cada lugar que pisas. No me hagas tu enemiga, ¿de acuerdo?- y poniendo mi mejor sonrisa me alejé de él. -Que tengas un bonito día.

*Fin del flashback*

Ppr una serie de cosas, todo ese año me dediqué a hacerle la vida imposible a ese chico. Y él no era la primera víctima. Todos los años me las tomaba con más de un estudiante del centro, fuera nuevo o no. Me divertía haciendolo, pero no fue hasta más tarde que comprendí lo mal que le hacía a esas personas. Millones de veces había hecho intentos para cambiarlo, unas veces con exito y otras no, pero esta era la prueba definitiva. Si no lograba cambiar fuera de mi circulo de amigos, mi escuela, y mi ciudad, nunca podría cambiar.

En absolutamente todos los institutos existen esos grupos de gente, aquellos que son conocidos por todos, que participan de todos los eventos y organizan fiestas,  y que se dedican a fastidiar la existencia de los demas.

Yo pertenecía a ese grupo en mi antigua escuela. Y en esta, habia alguien que ocupaba mi lugar.

Ese alguien era Sean Bottom.

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Dios, se me acalambran los dedos de tanto escribir. Aunque la sensación de avanzar esta historia es genial. Espero que les guste, acepto sugerencias de todo tipo.

Nos leemos prontoo ;)

No ganas nada con un capricho.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora