Cap 18 Siendo suya

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Dedicado a sir-alucard04

El dolor era insoportable, seguro me habrá dejado muy marcado con tantos azotes dolorosos...
Luego de eso me subió la ropa interior y bajó la falda de mi vestido dejándome como estaba. Yo estaba nuevamente sentada en sus piernas con la mirada baja y aún con lágrimas en los ojos. No me trató igual que antes, no esta vez, y me lo merezco lamentablemente.

-Aurora ¿oíste las lecciones?

-S si. -Logré decir un hilo de voz.

-¿Las aprendiste? ¿O es necesario que te las enseñe de nuevo?

-Ya me se todo, no sigas por favor...

-Eso lo decido yo. Ahora mírame a los ojos.  -No podía verla pero tuve que hacerlo sino despertaba de nuevo al dragón que llevaba dentro.

-Repite conmigo: no te volveré a desobedecer.

-No te volveré a desobedecer.

-Buena chica. Ahora levántate. -Me levanté y mi cuerpo temblaba. Ella también se levantó e hizo que me gire dándole la espalda y ella ahora estaba atrás mío. Quería que esto terminara de una buena vez. Empezó a besar mi cuello tomándome de la cintura, comencé a excitarme debido al momento, ahora la excitación era más fuerte que el dolor. De repente se separó de mí y fue hacia una mesa que había allí con velones, tomo uno y se acercó a mí. ¡Rayos! ¿Y ahora que iba a hacer?

-Quédate quieta y no te des vuelta. -Me dijo en el oído susurrándome. Empezó a acariciar mis hombros, luego bajó a acariciar mis senos, haciéndo que me excite de nuevo, y por último mi cuello. Lo acariciaba lento con sus dedos mirándolo fijamente.

-Cierra los ojos Aurora y relájate con mis caricias. -Asentí y me dejé llevar. Con su otra mano, donde sostenía el velón color rojo, hizo que caiga una gota de cera en mi cuello.

-¡AAAAH! grité, eso ya no dolía, quemaba.

-¡Sssh! No te quejes bestia, porque así es como tú me pones a mí. Eso que te quema a ti es lo que yo siento por dentro, y ya era hora que tú te pongas en mi lugar para experimentarlo. -Otra gota de cera cayó en mi cuello, y así y así varias veces, yo para no gritar mordía mis labios. Dejó el velón donde estaba, se acercó de nuevo a mí, y empezó a besar mi cuello nuevamente, incluso donde yo tenia las quemaduras de las gotas de cera. Comenzó a darme mordidas, pero no eran leves como las que me había hecho las noches anteriores, eran fuertes, y encima que ella tenía colmillos más todavía. La última mordida que dió fue la más fuerte, y comenzó a sangrar.

Como si fuera una vampira se tratase, pero no lo era, sólo que con esos colmillos, ¿quién no sangraba?Ella nunca estaba satisfecha, quería más y más, yo soy víctima de su ardiente deseo, nada podía apagar su fuego

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Como si fuera una vampira se tratase, pero no lo era, sólo que con esos colmillos, ¿quién no sangraba?
Ella nunca estaba satisfecha, quería más y más, yo soy víctima de su ardiente deseo, nada podía apagar su fuego. Luego ella hizo algo que me sorprendió, en vez de limpiarme el cuello o curarlo, lamió mi sangre.

La DominatrixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora