La Dominatrix

Cap 10 La noche inesperada

Cuando nos separamos por falta de aire, Aurora me dijo algo que me sorprendió.

-Hada madrina, como me comporté de esta forma contigo y me arrepiento... si es necesario algún castigo lo cumpliré. -La bestia tiene más valor de lo que imaginé.

-Bueno... ¿recuerdas cuando te dije como eran mis castigos? Pueden ser dolorosos o muy placenteros. O aveces incluso podrían ser de las dos maneras a la vez. Pero todo depende bestia.

-¿De que?

-De la situación.

-Quieres decir... ¿De este problema que tuvimos? Bah, ¿que yo tuve contigo?

-Así es.

-¿Y como sería en este caso?

-¿Tu castigo?

-Si

-Ya tengo pensado como sería... pero no te lo diré.

-¿Porque no? Y osea que... ¿me vas a castigar?

-Demasiadas preguntas bestia.

-Si y pocas respuestas. -Me dijo mirándome algo enojada. Pero yo me perdía en su belleza, no podía dejar de mirarla. Ella se sintió algo incómoda porque la estaba mirando mucho pero es que esta dulce princesita se parte de buena.

-Amm ¿porque me miras tanto? -Yo no le respondía la seguía mirando. -¿Pasa algo Maléfica? -Entonces me acerqué a su oído.

-Si. Pasa algo. Pasa que necesito hacerte el amor. -Sentí como ella se estremecía al escuchar eso, como latía su corazón y su respiración agitada. Estaba mordiendo su labio, ella no sabe como me pone cuando hace eso. La alcé en mis brazos y la llevé subiendo las escaleras hasta la habitación. Ya no podía controlar más las ganas de devorarla. La dejé sobre la cama cuidadosamente y empecé a quitarle su vestido y su ropa interior también, tiene un cuerpo hermoso. Agarré un lazo color negro y se lo coloqué en su vista atándolo fuerte para que no se saliera. Tomé dos cuerdas no muy largas, até una en la cabecera de la cama de un lado, y otra del otro lado. Luego con mi magia hice unas esposas, pero no estaban unidas, eran dos por separado, para atar una de un lado y otra del otro en las cuerdas. Una vez lista esa parte tomé los brazos de Aurora y a cada uno le colocaba la esposa con la cuerda tirando un poco. Me puse encima de ella lentamente.

-¿Porque hiciste eso? Acaso... ¿este es mi castigo?

-Sssh -la callé poniendo un dedo sobre sus labios. -Si es tu castigo. Pero no quiero que hables. Quiero escucharte pero no hablando. -Comencé a acariciar su seno. -Las tentaciones como tú merecen un pecado como yo. -Me abalancé sobre su cuello y lo besé con toda la pasión que podía haber en mí. La pasión de un demonio. Empecé a morderselo luego de tantos besos. Sus gemidos comenzaron a sonar más fuerte. Me encantaban esos gritos de dolor mezclados con placer. Bajé hasta sus senos y comencé a besarlos y morderlos.

-Aaah... Maléfica...

-¿Te gusta?

-Duele un poco... ¡pero me encanta!

Narra Aurora:

-Nunca me sentí tan enamorada y excitada a la vez por alguien. Ella me enloquese sentimentalmenete y sexualmente. Esto es tan excitante y doloroso a la vez que ya perdí el control de todo. Si este es el castigo que ella tenía preparado para mi, es el mejor castigo que he recibido en la vida. Ella es un pecado del que jamás me arrepentiré. Me encanta lo que me hace, sensaciones inexplicables. Me vuelve loca cuando me susurra cosas de una manera tan provocativa que me es imposible no caer rendida ante ella.

-Aurora...  -Me decía entre besos y caricias.

-¿Que...? -Le respondí con dificultad.

-Eres tan sabrosa. Quisiera estar así contigo siempre.

-Yo también... hada... madrina. -Empezó a bajar con sus besos y mientras más bajaba, más me estremecía y gemía. No pude evitar mover mis brazos, las esposas me lastimaban pero más fuerte era el placer. Si hay algo en lo que ella es muy buena es en dominar. Me estaba dominando de una manera irresistible. Abrió mis piernas y comenzó a succionar toda mi intimidad. Y mientras lo hacía acariciaba y apretaba fuerte mis senos. Me quería hacer explotar de placer. Mordía mi intimidad y notó que me dolía bastante cuando me mordía, mis gritos sonaban por toda la habitación. Ya me estaba por venir en cualquier momento. Hasta que me vine y sentí como si hubiese llegado a la gloria, mejor dicho a un ardiente infierno. Mientras me vine, ella movía su lengua de arriba hacia abajo muy rápido y eso hizo que yo tuviera un perfecto orgasmo.

-¡AAAH! ¡SI! OOOH... -De tanto que grité me quedé bastante afónica luego. Pero esto no acabó ahí, ella no se detiene hasta estar satisfecha. Ya nose que más quiere de mí. ¿Más suya puede hacerme de lo que ya me hizo? La respuesta es 100% SI. Nunca hay que subestimarla, ella posee infinitas cualidades y es capaz de hacer muchas cosas.

-Ooh... ¿listo? -Dije agitada.

-¡JAJAJ! Claro que no. El castigo recién comienza. -Cuando dijo eso hice un gesto de molestia y me reía a la vez. Ay Dios... ¡lo que me espera! Debo prepararme y resistir lo más que pueda para lo que se viene.

-¿Creías que esto ha terminado?

-Algo así jaja

-Tranquila, yo te avisaré cuando termines de cumplir el castigo. -Me dijo quitándome las esposas y el lazo en mi vista, tenía las muñecas súper marcadas. -Pero te voy avisando que falta mucho para eso. -Notó las marcas en mis muñecas y las besó suavemente, y las marcas desaparecieron.

-¿Que harás conmigo ahora?

-De todo bestia. -No dijo más nada y se quitó su vestido largo y su ropa interior también. Ella tenía un cuerpo bien formado y delgado. Me encanta. Se acercó a mí y me besó apasionadamente apegando mi cuerpo con el suyo. Luego besó y mordió TODO mi cuerpo, dejándome marcas en mis senos, piernas, el abdómen, e incluso en el cuello. Sentía que no podía más, pero tenía que seguir resistiendo. Metió su dedo en mi intimidad y empezó a moverlo cada vez más rápido. Mientras ella lo hacía también me besaba para callarme un poco. Ya faltaba poco para que me venga de nuevo, y ella aumentó más y más la velocidad, también dolía pero me excitaba mucho. Cuando me vine grité el doble de lo que había gritado antes, entonces ahí me comió la boca. Un orgasmo perfecto, mejor que el anterior aún.

-Te amo mi Dominatrix.

-Y yo te odio mi sumisa perfecta. -Se que lo de "Te odio" lo dijo con cariño, su forma de expresarse sentimentalmente es así.

-Ya estoy cansada Maléfica... jaja.

-¿Así?

-Si...

-Pero esto continúa.

-¿Todavía?

-Si.

-¿Podemos negociar?

-¿A ver? ¿Que tienes en mente?

-¿Que tal si descanso ahora y mañana en la noche a esta misma hora o un poco más temprano continuamos?

-Mmm déjame pensarlo... mira Aurora, no estás haciendo cualquier cosa, estas cumpliendo con un castigo, y debe ser completamente cumplido. Y si quieres continuar mañana, debes hacerlo si o si. Por esta vez te dejaré que descanses, pero descansa bien porque mañana te quiero con mucha energía, y además de que no te dejaré descansar como ahora hasta cumplirlo totalmente. ¿Oiste?

-Si hada madrina. Pero...

-Sin peros y sin quejas.

-Aaassh jaja de acuerdo.

-Ahora acuéstate y duerme. Yo dormiré a tu lado bestia. -Dicho esto me dió un beso en la frente y nos acostamos abrazadas. Yo coloqué mi cabeza en su pecho mientras ella me abrazaba y me dormí profundamente.