Día 14: Chocolate.

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Marinette desde que comenzó a ser Ladybug estuvo siendo capaz de controlar muchísimas cosas, y a sus 15 años millones de cosas le sucedían. Como si ella fuera un amuleto que atrae diferentes situaciones, pero ahora solo lidiaba con 3 simples cosas.

Ser una superheroína,

Tener que controlar una doble vida

Y...

Que tenga toda la energía posible en el organismo.

Es por eso que decidió preguntarle al glorioso y sabiondo Google que es lo que podría hacer, ya iba durmiéndose 4 veces en clase, debido a los deberes que tenía siendo la superheroína más famosa de París.

Encontró en internet que había distintas opciones, entre ellos un dulce que no era tanto que probara pero le fue irresistible caer en su sabor:

- Chocolate.

- Buena idea, Marinette. De paso me invitas un poco.

- No. Es para mí.

Cuando comenzó a consumirlo diario, algo surgió en ella, comenzó a ser más activa, receptiva en las batallas y de paso, entrar más en confianza con cierto gatito que le coqueteaba todas las veces que una emergencia surgía.

- Vaya, nunca te había visto de maravilla, Mi Lady.

- Gatito, concéntrate en la batalla. ¡Vamos! - dijo Ladybug con una sonrisa de oreja a oreja.

Si, el chocolate era lo más importante para que tuviera la vida balanceada que había deseado...

Pero esto no duró mucho.

- Marinette, es hora de ir a la escuela.

Nada.

- Marinette, ¿me has oído?

Sabine nunca había llamado a Marinette con tanta insistencia y decidió subir a ver que sucedía.

- ¡Marinette! ¡Es hora de que te levantes o llegarás tarde!

- Mmmmhm...

- ¡Ahora, niña!

La empujó y se cayó de la cama estrellándose contra el suelo.

Wow, sí que fue un cambio rotundo, ¿no?

Marinette toda esa mañana se durmió en las 3 clases que tenía en el día. A la hora del almuerzo, aprovechó el tiempo para seguir durmiendo, se fue a los casilleros después de comer y se echó una siesta, pero eso llamó la atención a uno de sus amigos más cercanos.

¿Por qué está yendo ahí?

- ¿Marinette?

- Mmmmm... ¿C-chat? - dijo Mari con los ojos cerrados.

- Ehm... ¡Ah! ¡No! Soy tu...

Piensa, Adrien, piensa.

- S-soy tu consciencia.

- Muy gracioso, Chat. Sé que eres tú, tienes unos ojos tan lindos, pero no puedo abrir los míos para verte porque tengo mucho sueño, buenas noches. - dijo la azabache antes de seguir durmiendo en la banca.

Era cuestión de tiempo para que se diera cuenta de la verdad.

- ¡¿Marinette se enamoró de Chat Noir?! - exclamó Adrien de manera ruidosa.

Miró a Marinette. No se despertó.

- Uffff.

Piensa rápido, si la encuentran aquí, tendrá problemas.

Mi gatito y yo ♡ [ Marichat May 2020 - Microrrelatos - Colección de OS ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora